Cildo Meireles, el compromiso poético del arte

El arte conceptual de Meireles, uno de los artistas iberoamericanos más interesantes e internacionales (ha participado en la Documenta de Kassel , en las bienales de Venecia y Sao Paulo , ha expuesto en la Tate ...), es comprometido y poético, irónico y sensorial al mismo tiempo. Siempre en las fisuras, en lugares de resistencia, dice Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía.

Comisariada por Joao Fernandes, subdirector del museo, y organizada con el Museo Serralves de Oporto y HangarBicocca de Milán , la muestra reúne, hasta el 29 de septiembre, un centenar de piezas: el 80% es obra nueva. Algunas instalaciones son espectaculares. En todas ellas, Meireles invita al espectador a participar. Puede pasear por los 20.050 huevos de madera de «Amerikkka», siempre que no mire hacia arriba: verá un techo formado por 76.150 amenazadoras balas. Son solo carcasas, están vacías, y cuentan con el visto bueno de Defensa. Tranquiliza.

O tratar de mangar unos billetes en «Ocasión» (¡ojo! estará siendo vigilado a través de los espejos). O meterse en la boca un hielo dulce y otro salado y entrar en un túnel de madera con un ventilador con calefactor. Lo hicimos, sin llegar a comprender lo que se propone con ello Meireles. Quizás porque el olor de las tres toneladas de tibias de buey que forman «Olvido» (junto a una tienda de indios formada por 6.000 billetes de distintos países, y a 70.000 velas) no se te va de la nariz.

También se puede uno sentar en un muelle que ha creado el artista brasileño y contemplar un mar muy literario formado por 17.000 libros. En «Abajur» es mejor no participar: una inmensa lámpara con imágenes marítimas es activada mediante una dinamo gracias a cuatro personas. Cildo Meireles reta al espectador a que cambie el mundo. Y lo hace con acciones y experiencias sensoriales a partir de obras de arte. Su trabajo nunca deja indiferente a nadie: el olvido, lo anónimo, lo indígena... están presentes en sus hermosas metáforas.