La contracultura americana, según Dennis Hopper
El Museo Picasso de Málaga muestra el universo del cineasta, director de «Easy rider», a través de 141 fotografías
E. CODINA
La inquietud de Dennis Hopper (1936-2010) fue más allá de lo cinematográfico y con el objetivo de su cámara, que le regaló su esposa a principios de la década de los 60, fue capaz de captar una época, la de la ... contracultura americana , vital para el arte contemporáneo. Actor, director de cine, artista y coleccionista , Hopper participó y fue testigo directo de esos años revolucionarios, y parte de ese legado fotográfico se exhibe hasta el 29 de septiembre en el Museo Picasso Málaga . Es un montaje que tiene el epicentro en estas imágenes, seleccionadas entre más de 8.000 negativos de sus archivos , pero va más allá y funde la obra completa de este autor de culto que entendió el arte como un todo , sin líneas definidas.
Rodajes, carreteras, ciudades, personas... centraban su interés«Dennis Hopper. En el camino» se ha estructurado en varios apartados. El más destacado muestra una selección de 141 fotografías, en blanco y negro y algunas inéditas , tomadas fundamentalmente entre 1961 y 1967 . Dan la bienvenida dos ampliaciones, una de su amigo Andy Warhol , y el recorrido avanza por los ámbitos de interés del artista: rodajes, carreteras, ciudades , manifestaciones por los derechos humanos, celebridades o personas anónimas.
Nacido en Kansas, Hopper se trasladó con su familia a California cuando aún era un niño y se interesó inmediatamente por el mundo del cine, la «única luz» que él veía . Participó muy joven en «Rebelde sin causa» (1955) y «Gigante» (1956) y conoció a James Dean , que le aconsejó el uso de la fotografía como práctica para sus encuadres cinematográficos. El objetivo de Hopper no se perdió el primer encuentro, a principios de los 60, entre Marcel Duchamp , máximo exponente de las vanguardias de las décadas de los 20 y los 30, y el emergente Warhol.
Su etapa más autodestructiva
Su momento cumbre se produjo en 1969 con «Easy Rider» , película que también protagonizó y que en la exposición sirve de gancho para exhibir fragmentos y documentos de la obra cinematográfica en la que participó. Tras el éxito de esta obra de culto , en la que dos moteros cruzan Estados Unidos, Hopper siguió vinculado al mundo del cine, pero entró en una etapa autodestructiva marcada por las adicciones y el rechazo de la industria cinematográfica , que se materializó tras su segunda película como director, «The last movie» (1971).
Hay también pinturas y esculturas de Hopper y de otros amigos suyosLa muestra del Museo Picasso Málaga, comisariada por su director artístico, José Lebrero , enseña también siete pinturas y esculturas de Hopper , que en este campo se movió entre el expresionismo abstracto y el pop art, y nueve creaciones de artistas que formaron parte de su círculo más íntimo, como Warhol, Roy Lichtenstein y Claes Oldenburg .
Para Marin Hopper, hija del artista y presente en Málaga, la propuesta del Museo Picasso sin duda le hubiera gustado a su padre . Ha defendido el lado más familiar de su padre, del que ha dicho que era «muy vulnerable y sensible» a pesar de su imagen de «tipo macho y aventurero».
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