El Valle de Tena
Artículo de Alfonso Ussía escrito el 25 de junio de 2003 titulado 'El valle de Tena', sobre su relación con ABC y sus fundadores
Muere Alfonso Ussía, maestro del columnismo español
Jaime Campmany, Antonio Mingote, Alfonso Ussía
El Rey ha premiado la lealtad sin fisuras de Guillermo Luca de Tena con el marquesado del Valle de Tena y la Grandeza de España. Lo ha hecho en el año del centenario de ABC, para mejorar el ya de por sí bello paisaje del ... reconocimiento. En la concesión de honores y títulos nobiliarios, el Reyno pide consultas ni recibe consejos. Hace uso de su soledad para honrar a los españoles que lo merecen. Y en este caso, hay que reconocer que la soledad del Rey se ha compenetrado más que nunca con la justicia.
El Rey no ha sido pródigo en la concesión de títulos nobiliarios y ha elevado el listón de los honores. En este caso ha hecho marqués y Grande de España a quien ha llevado durante décadas, heredado de sus mayores, el rumbo de una Casa que ha mantenido una lealtad ejemplar, en los momentos fáciles y los difíciles, a la Corona. Y ha hecho marqués del Valle de Tena a uno de los pocos —que fueron pocos, aunque moleste recordarlo—que estuvo siempre al lado de Don Juan, cuando permanecer junto al Conde de Barcelona no era ni políticamente correcto ni institucionalmente provechoso. Pero el Rey, antes de Rey es hijo, y no ha olvidado a quienes se mantuvieron firmes en la lealtad a su padre.
El valle de Tena está en Huesca. No tenía ni idea. Allí están las raíces de la familia. Ahora tiene un marqués vehemente y alto protagonista del señorío. Sin la tenacidad y el aguante de Guillermo Luca de Tena, probablemente ABC no había alcanzado su centenario. Fue condenado política- mente por defender a la Monarquía. No recibió las ayudas que otros periódicos consiguieron en la transición a la democracia. En ABC no ha existido jamás ni la coacción, ni el chantaje, ni la información sesgada en pos de beneficios colaterales. Guillermo Luca de Tena se encontró un día con la montaña de una nómina y la caja vacía. Soportó toda suerte de humillaciones, se hipotecó hasta las cejas, puso todos sus bienes a disposición de los bancos, y superó la montaña. Gracias a su coraje, a su sentido familiar y paternalista de la Casa, ABC se sostuvo. En aquella época dejó de ser «don Guillermo» y se ganó el apodo del «Patrón». Antonio Burgos, por aquel entonces subdirector del ABC de Sevilla y firmante de sus extraordinarios «Recuadros» diarios, siempre sagaz y botánico, observó cómo en la cena de los Cavia al Patrón no le abrochaba el esmoquin. Cuando se lo hizo ver, Guillermo le confesó la causa: «No tengo dinero para hacerme un esmoquin nuevo». Al año siguiente, el esmoquin le quedaba aún más pequeño. Por fin, todavía en la vieja sede de Serrano, el Patrón estaba de dulce, con un esmoquin cruzado que le sentaba como a un marqués, circunstancia premonitoria. Y Antonio Burgos resumió de esta guisa la situación: «ABC se ha salvado».
ABC es diferente porque los Luca de Tena lo han sido también desde que don Torcuato lo fundara. Aquí han escrito todos los que no encontraron, por prudencias y temores en otros tiempos, lugar para sus opiniones. En ABC jamás se ha valorado la ideología de sus colaboradores y sí su calidad literaria. No ha herido nunca la libertad de sus críticos. Ha intentado siempre establecer el buen estilo y el señorío en el mismo rango que la noticia. Ha sido refugio de escrito- res distantes de sus principios, y recibió con los brazos abiertos al talento exiliado. Si algo ha caracterizado a ABC, además de su lealtad institucional, ha sido su generosidad constante. Siendo director de «El País» Juan Luis Cebrián, se publicó una fotografía de Antonio Mingote cumplimentando al Rey. El pie de foto decía: «Un invitado saludando al Rey». Eso, anecdotilla paupérrima, no puede darse en ABC. Su «Cultural» es un ejemplo constante de respeto por quienes no se sienten cercanos a la Casa. Claro, que son cien años y eso se nota.
Alfonso XIII hizo marqués de Luca de Tena a don Torcuato. Su nieto, Juan Carlos I, marqués del Valle de Tena con Grandeza de España a Guillermo, nieto asimismo del fundador. Y yo lo celebro, levanto mi copa y me siento feliz por la felicidad de un resistente de la lealtad.