Las tretas de la Fundación Selgas para justificar la venta de sus cuadros

Estas afirmaciones chocan con todas las indicaciones que se recogen en los documentos que firmaron las hermanas Manuela y Carmen Fagalde , fundadoras de la entidad en 1991, tales como el testamento, el cuaderno particional o los estatutos originarios. En ellos, las herederas del patrimonio de la familia Selgas, que levantaron en Cudillero el palacete de La Quinta con una valiosa colección artística, dejaron claro que el ámbito geográfico de la fundación lo constituía el Principado y que todo el conjunto patrimonial debía mantenerse unido «sin permitir la dispersión de ninguna de sus piezas o elementos».

La Consejería de Cultura, lejos de dar por buenas las explicaciones del presidente de la fundación, subrayó en sus comunicaciones que las afirmaciones de Peña contravenían la orden ministerial que en febrero de 2021 declaró inexportable la obra 'Inmaculada Concepción', de El Greco, y otras referencias documentales. La Fundación Selgas sí pudo cerrar la venta del 'Aníbal vencedor' de Goya a los Amigos del Prado por 3 millones tras declararlo bien no adscrito a su dotación fundacional , con lo que evitó el control previo del Protectorado de Fundaciones.

En la copia del documento remitido por la consejera de Cultura asturiana al Protectorado solicitando la intervención de la fundación, que el departamento dirigido por Berta Piñán envió ayer a Foro Asturias en respuesta a la solicitud de información realizada por el diputado Adrián Pumares , se recogen cuatro comunicaciones firmadas por la consejera socialista, tres escritos de Pablo León , director general de Cultura y Patrimonio, y cuatro respuestas de Peña.

En la primera de todas, fechada el 23 noviembre de 2020, poco después de la reunión del patronato que acordó las ventas de las obras de Goya y El Greco, Piñán le transmite a Peña su «intranquilidad» por la «notable pérdida cultural para Asturias y para España» que supondría desprenderse de la 'Inmaculada Concepción', y expresa su disconformidad con la venta. Piñán, patrona de la entidad, se había ausentado de la reunión del día 16, en la que delegó su voto en el presidente. El patronato aprobó por unanimidad vender los dos cuadros para atender a las necesidades financieras de la entidad.

Peña respondió por correo electrónico dos días después, pero en la documentación remitida por la Consejería no figura el archivo adjunto de la respuesta. La siguiente comunicación la firma Pablo León, el 11 de enero de 2021. En ella el director de Patrimonio informa al presidente de la fundación de la disposición del Principado «a recabar información para la valoración de la posible apertura de un expediente de declaración patrimonial », en cumplimiento de la Ley de Patrimonio Cultural de Asturias, y solicita «la remisión de copia del inventario de las obras de arte, con indicación del lugar de ubicación actual de cada obra».

La respuesta de Peña a León se produjo el día 28 de enero. «Leídos los artículos por usted invocados en la ley [...], hemos de manifestarle que, en nuestra opinión, esa Dirección General de Cultura y Patrimonio no es competente para hacer la solicitud que contiene el escrito al que doy respuesta», dice el presidente de la fundación. «En cuanto a la colección de arte que tengan una radicación permanente en Cudillero-El Pito solo están los tapices. El resto de la colección de arte se adscribe al domicilio social, y por tanto en Madrid, en nuestra sede social ».

Según Peña, las piezas que configuran el inventario de la fundación «no se corresponden con una colección ordenada y sí con los cuadros y obras de arte que las fundadoras tenían en sus diferentes inmuebles» de Madrid y Játiva. El presidente de la fundación argumenta que solo una de las obras de la entidad fue adquirida en Asturias: «Don Ezequiel y Don Fortunato Selgas compraron todas las piezas fuera de Asturias y se dedicaron a decorar sus casas y oficinas hasta 1992; no tenían residencia o vecindad civil en Asturias, y los autores no son asturianos o residentes en Asturias».

Piñán vuelve a escribir a Peña en abril. «Comprendiendo las dificultades económicas por las que atraviesa la fundación, no puedo mostrar mi conformidad con la venta de estas obras [Goya y El Greco]», dice la consejera, que tras recibir documentación del ministerio y actas antiguas que no ha remitido a Foro Asturias, vuelve a pedir «el inventario o documento de catalogación del que se disponga en la fundación y que acredite que, dentro de ese capital fundacional, no se encontraban estos dos cuadros».

El 3 de mayo León se refiere a dos libros editados por la Fundación Selgas-Fagalde en 1996 y 1998 que hablan de la colección «como un todo acabado» y se hace referencia a un inventario manuscrito realizado por Ezequiel de Selgas en 1893 «que coincide asombrosamente con el contenido actual de las salas» de La Quinta. Otro inventario realizado en 1924 por Juan Selgas también ubicaba las obras de Goya y el Greco en el palacete de Cudillero. Todo ello, dice el director de Patrimonio, « deja clara su vinculación con Asturias y con un edificio que ya forma parte del Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias ».

El día 20 Peña insiste en que, a excepción de los tapices y la Iglesia de Jesús de Nazareno, no hay ninguna colección, pues «muy pocas» fueron «colgadas en La Quinta, y siempre con carácter temporal». Cuando se constituyó la fundación, añade, las obras de arte «estaban dispersas en varios inmuebles», y dice que «no es una colección conformada y sí un grupal de obras destinadas a diversas propiedades de la familia Selgas-Fagalde».

La siguiente carta de Peña, en junio, tras el inicio de los trámites por parte del Principado para declarar BIC el conjunto de La Quinta, insiste en que el cuadro de El Greco «no es una obra adscrita a La Quinta» y, sin justificar dicha afirmación con ningún documento que lo acredite, pasa a detallar la historia de la obra.

«En ningún momento fue destinada y/o adquirida para dotar la colección de La Quinta», escribe, pese a que catálogos como el que la propia fundación empezó a realizar en 1993 lo ubican en la biblioteca de Cudillero desde, al menos, 1924 . Así se recoge en el inventario realizado por Juan Selgas en ese año.

Peña, en cambio, dice: «Dicha obra fue adquirida por D. Ezequiel Selgas en Madrid y destinada a su despacho personal en Madrid (Paseo de la Castellana) y posteriormente su sobrino D. Juan Selgas la destinó a su despacho personal en el número 7 de la calle Jorge Juan, hasta el mes de abril de 1939 (en consecuencia, dicha obra nunca antes estuvo en La Quinta)». El cuadro fue robado en 1939 y, después de numerosas gestiones, las hermanas Fagalde lo recuperaron en 1975 .

«No se puede predicar su relación con Asturias ni fue comprada ni retenida en Asturias, ni en su vida ha tenido como destino preferente Asturias, ni se consideró como un elemento integrante de La Quinta», sostiene Peña, por lo que niega al Principado la competencia para declararlo BIC.

El 31 de agosto, después de que ABC publicara el contenido del acta de noviembre de 2020 y el detalle de la compra de un hotel de Sevilla o de acciones a empresas relacionadas con el presidente de la fundación, así como el pago irregular de sueldos a patronos, la consejera reiteró a Peña su exigencia de realizar una auditoría de las cuentas y León dio un ultimátum de 20 días para la remisión del inventario.

El 9 de septiembre, cuatro días antes de pedir al ministerio que valorara intervenir la entidad, Piñán seguía reclamando copias de todas las actas, el inventario y copia de los estatutos vigentes.

Fue el día 23 de septiembre, después de que Miquel Iceta avisara en el Congreso que no dudaría en intervenir la fundación si apreciaba irregularidades , cuando por fin la fundación remitió un listado de bienes adscritos a la colección de La Quinta conformada por 120 cuadros, entre ellos un retrato del General Ricardos de Goya, libros y mobiliario, además de los tapices. Este inventario deja fuera la 'Inmaculada Concepción' y otras nueve obras.

El Protectorado de Fundaciones ahora debe decidir si aplicará a la Fundación Selgas-Fagalde el artículo 42 de la Ley de Fundaciones , relativo a la intervención temporal, como le reclamó el Principado hace más de un mes. Además de las operaciones de venta de los cuadros, la consejería entiende que «las transacciones económicas de la fundación de años pasados han de ser estudiadas por el Protectorado» y que se debe «verificar si los recursos económicos de la fundación han sido aplicados a los fines fundacionales».

El día 3 de agosto este organismo solicitó una «valoración de los bienes realizada por un experto independiente», según el Principado. Consultado ayer por este diario, el ministerio dijo que aún no hay novedades en la investigación. Mientras tanto, en Asturias, la Sección Territorial de Avilés de la Fiscalía , investiga si el patronato de la Fundación Selgas ha incurrido en algún delito.