La carta abisal de Bautista sobre la SGAE
La carta de Teddy es como el submarino de Cameron en la Fosa de las Marianas, ilumina apenas unos metros la inmensa tiniebla de aquellos años
La carta abisal de Bautista sobre la SGAE
Unos temen que Teddy Bautista «desestabilice la SGAE con su carta» y otros dicen que «se le ha ido la olla». Seguramente ni unos ni otros tienen toda la razón, pero lo cierto es que ya va siendo hora de que ... la entidad toque fondo , aunque sea en la Fosa de las Marianas. Allí, al punto más profundo y desconocido del planeta descendía el pasado domingo el cineasta James Cameron : al abismo Challenger . Casi al mismo tiempo destacados miembros de la SGAE recibían en sus ordenadores una misiva larga y «de profundis» de Eduardo Bautista, en la que dispara con bala contra un puñado de personas, señalándolos como los traidores.
De profundis
En su honor hay que decir que la epístola (término que utiliza Eduardo Bautista y con el que parece emular la gran carta de Oscar Wilde desde prisión) ilumina los alrededores del aquel batiscafo - la antigua SGAE-, una entidad aislada de la presión exterior de la sociedad española y en la que se tomaron decisiones reprochables y arriesgadas que hoy investiga la Audiencia Nacional. Visto lo visto, sabemos que iban probablemente rumbo al naufragio. (Al llegar aquí, pensando en el Titánic , uno lamenta haber citado a James Cameron)
Ha caído como un terremoto entre los autores
Pero el estilo literario de Teddy Bautista es tan pasional (y racional, aunque parezca paradójico), que no importa que haya tardado ocho meses en redactarla: ha caído como un terremoto en el mundillo de los autores. Como peces abisales, muy pocos vieron venir lo que iba a pasar cuando llegó, como reprocha Bautista en la carta, «el asalto de la Guardia Civil , subiendo por las vallas cuando las grandes puertas estaban abiertas».
La elocuencia de Bautista es avasalladora, dibuja una versión de los hechos que se resumen en que las decisiones las tomaban entre todos , en un empeño autoexculpatorio indigno de la fuerza y logros de su liderazgo, que los hubo, y muy poco creíble además de parecido al que enarboló ante el juez Ruz en su declaración. Hay que subrayar que Bautista tiene derecho a defenderse a su manera, claro.
No habla de Neri ni del entramado que se investiga
Pero por más bombillas que encienda el batiscafo, no se despejan las tinieblas que envuelven aquella época de megaproyectos insostenibles y prácticas impresentables , empresarial y electoralmente hablando. Solo falta que la Audiencia Nacional levante el secreto del sumario para deshacer la tiniebla. Entonces la luz alcanzará el fondo de las cosas. Ahí no se ha atrevido a llegar la carta «de profundis» de Bautista, que no habla de Neri ni del entramado de empresas y corruptelas que sirvió de detonador del escándalo.
¿Culpa de todos?
Aunque fuera probable que el antiguo líder de SGAE salga penalmente absuelto de sus imputaciones actuales, y desde el respeto de la presunción de inocencia , el sentido común no acepta facilmente un Teddy Bautista que confiaba, sin controlarlas, en las propuestas de todos sus subordinados. Ni que todos le traicionaron como si la SGAE hubiera sido sacudida por una epidemia de zombies ansiosos de morder. Aunque la culpa de lo ocurrido fuera de todos, como dice, hay algo más sutil que es su responsabilidad , algo que brilla como la antorcha del «pez gordo» abisal.
La única misión posible de esta carta es remover las tinieblas y agitar los fantasmas o extender la incertidumbre y el miedo, haciendo más difícil una renovación total , en libertad, que ya está en marcha, de la SGAE . Y tras la carta se anuncia una gira por los medios del propio Bautista .
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