REPORTAJE
Recuperan la ópera encargada por Farinelli para la corte de Fernando VI
La formación clásica Nereydas representa ‘La Nitteti’, obra dispuesta por el castrati italiano para agasajar al Monarca
Son las diez y media de la mañana. Dos claves presiden el escenario. Rodeadas por sillas vacías, imponen. Los músicos entran al auditorio y comienzan tomar posiciones: despliegan las partituras sobre los atriles, abren los estuches y desenfundan sus violines. A esta hora toca el ... ensayo parcial de cuerdas. Las sopranos ensayan sus recitativos en una sala aparte. Faltan dos días para el estreno de ‘La Nitteti’, ópera del XVIII , escrita exclusivamente para la corte de Fernando VI, y que los músicos de Nereydas han rescatado más de 200 años después.
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Tras una intensa investigación y recuperación musicológica de las fuentes originales –las partituras permanecían en Italia y Portugal–, la formación clásica Nereydas volverá a interpretar la obra este sábado 7 de mayo en el Auditorio Nacional de Música, bajo la batuta de Javier Ulises Illán , director de la formación musical y principal propulsor junto con José María Domínguez de la edición de la partitura de la ópera encargada por Farinelli. Así lo explica el joven director mientras sus músicos afinan y ponen todo a punto para comenzar el primer ensayo del día. Queda mucho por delante, por lo menos hasta las once de la noche.
Los fastos del Rey
Cuando el Rey Fernando VI y Bárbara de Braganza ascendieron al trono de España, en 1746, nombraron consejero y responsable de espectáculos regios a Carlo Broschi, Farinelli, uno de los intérpretes más importantes en la Europa de su tiempo. El italiano, que había servido como cantante para Felipe V, aceptó el encargo del nuevo Monarca y continuó su labor en palacio. En ese tiempo, convirtió la ópera en el centro de la vida cultural de la corte. Contrató a los mejores artistas, músicos, pintores y escenógrafos, entre ellos al dramaturgo italiano Pietro Metastasio , a quien encargó el libreto de la obra ‘La Nitteti’ destinada a agasajar al Rey.
La historia de ‘La Nitteti’ forma parte del espíritu del reinado de quien fue conocido como el Monarca Clemente. “Paz con Inglaterra y guerra con nadie” fue su lema. Eclipsado por su sucesor, Carlos III –que declaró dos veces la guerra a Inglaterra–, Fernando VI, Rey de las Españas y de las Indias, pasó a la historia como el Piadoso, el Benigno, el Pacífico. La intensa actividad musical, y en particular ‘La Nitteti’, representa la esencia de la corte de Fernando VI.
Solicitada por la Reina Bárbara de Braganza para obsequiar a Fernando VI en su cumpleaños, ‘La Nitteti’ contó con el padrinazgo del Marqués de la Ensenada, principal mecenas del proyecto y valedor de Farinelli en palacio. La caída en desgracia de Ensenada hizo que la obra no viese la luz hasta 1756, fecha en la que se estrenó como parte de las celebraciones reales.
La corte del siglo XVIII
Concebida como un drama en tres actos, ‘La Nitteti’ es considerada una de las recuperaciones más importantes del patrimonio musical en España. El dramaturgo Pietro Metastasio ideó la trama y escribió́ los versos y Farinelli escogió́ al compositor Niccolò Conforto para la música y también a los cantantes de una obra creada exclusivamente para la corte madrileña.
El libreto narra un triángulo amoroso ambientado durante el reinado del faraón Amosis II. El hijo del faraón, Sammete, y una esclava llamada Beroe se aman en secreto; y, por otro lado, la princesa Nitteti, hija del anterior faraón, está enamorada de Sammete. «Tiene todos los ingredientes del tipo de composición que se usaba en estas ocasiones, alegorías universales del poder y la historia», explica Javier Illán al momento de contextualizar la ópera, que se representó en 1756 en el coliseo del Buen Retiro, el teatro del Palacio Real del que Farinelli era responsable.
La celebración del onomástico del Rey Fernando VI donde se representó la ópera de Metastasio quedó plasmada en algunas las acuarelas del italiano Francesco Battaglioli , pintor de la corte, quien trabajó también para Farinelli. Además de los grabados de las fiestas, realizó una serie completa con cierto interés topográfico, ya que muestran el coliseo del Buen Retiro y dan detalle minucioso de la vida cortesana. En 1758 entregó dieciséis dibujos a la aguada para la ilustración del manuscrito de Farinelli sobre la ‘Descripción del estado actual del Real Teatro del Buen Retiro’ (Palacio Real, Madrid) .
‘La Ninetti’ simboliza una época de euforia y fastos, el triunfo de los artistas italianos en la corte española, que en esos años pasa de Aranjuez a Madrid. «Estamos ante un tesoro musical que compendia los mejores elementos del siglo XVIII, en todos los aspectos. ‘La Nitteti’ representa la ópera como obra de arte total», explica el director musical Javier Ulises Illán poco antes de comenzar el primer ensayo del día. Junto al clave, uno de los músicos del ensamble clásico afina una viola de amor, un instrumento del XVIII empleado en las composiciones barrocas y que se podrá escuchar en la interpretación del Auditorio Nacional. «Ese es el instrumento más valioso que hay en el escenario en este momento», apostilla el director de orquesta toledano.
Valiosa investigación
En aquel ambiente de la corte madrileña, Farinelli era mucho más que un músico. Era el artífice, empresario y productor de la máquina cultural que dio a la vida palaciega de Fernando VI un espíritu festivo que acompañó aquellos años de paz y bonanza. Siendo ‘La Nitteti’ mascarón de proa de aquel tiempo, tanto Javier Ulises Illán como José María Domínguez editaron su recuperación a partir de las únicas dos fuentes registradas y disponibles en la actualidad: una partitura en el conservatorio de Nápoles y la otra en el Palacio Real de Lisboa.
«Los instrumentos que utilizamos son originales de la época o copias fidedignas, pero lo más importante para el proyecto no son los instrumentos, sino las fases de la recuperación. Con un grupo de musicólogos de la Universidad Complutense, llevamos a cabo la primera fase de recuperación, la edición y el ensamblaje de cada instrumento», y de ahí en adelante la coordinación necesaria para su interpretación. «Este es el proyecto más ambicioso que hemos llevado a cabo porque es el resultado de ir recuperando músicas del Palacio Real de formatos más pequeños, también música de ópera o música religiosa de la Capilla Real. Pero esta es la primera vez que hacemos una ópera completa: con tres actos, mucha gente, muchos músicos».
Javier Ulises Illán, director de Nereydas
Nereydas y el patrimonio musical
La formación clásica Nereydas fue fundada en 2010 para investigar, recuperar, interpretar y difundir el patrimonio musical de diferentes periodos estilísticos, desde el Renacimiento y el Barroco hasta programas sinfónico y corales del clasicismo. Dirigida por Javier Ulises Illán, se caracteriza por sus interpretaciones con criterios historicistas, que se basan en el estudio de las fuentes y el trabajo musicológico sobre cada partitura, para ofrecer la esencia y el estilo propios de cada periodo y obra.
En sus doce años de trayectoria, Nereydas ha ofrecido casi un centenar de conciertos en España y Europa. También ha participado en programaciones de prestigio, entre otras, las de Patrimonio Nacional, el Centro Nacional de Difusión Musical, el Festival de Música Antigua de Versalles o la Semana de Música Religiosa de Cuenca. Nereydas está considerada como una referencia en la recuperación, valoración y divulgación del patrimonio musical y es reconocida su especialización en la interpretación de los repertorios del siglo XVIII. Recibió el premio Teatro de Rojas de Toledo como mejor espectáculo de compañías de Castilla-La Mancha. Bajo la batuta de Illán, este sábado 7 de mayo, cerrarán el Ciclo Barroco del Auditorio Nacional de Música, en Madrid, a las 19.30 horas, en la Sala Sinfónica.
El castrati más célebre
Farinelli, retratado por Jacopo Amigoni
Carlo Broschi, conocido como Farinelli, fue el más famoso de los cantantes castrati de las cortes europeas del siglo XVIII. Su estancia en España, más prolongada de lo que él mismo pensó, tuvo lugar durante el reinado de Felipe V. Tras pasar previamente por la corte de Francia, Farinelli acudió invitado por la reina Isabel de Farnesio para pasar unos meses en la corte madrileña. Terminó residiendo allí durante casi 25 años. Para atemperar los males de Felipe V, el cantante dedicó horas de su voz al Monarca, aquejado de insomnios y depresiones. El italiano fue el hombre de las artes durante la España de Felipe V y Fernando VI, a quienes sirvió como consejero y principal promotor de la lírica y la música. Con la llegada al trono de Carlos III, Farinelli fue apartado del entorno real, donde había ejercido como intendente artístico.