«Se murió el tipo que mejor nos entendió como sociedad»

Santiago Cafiero , jefe de Gabinete del Gobierno de Alberto Fernández -el equivalente a vicepresidente primero-, escribió: «Gracias Quino. Por el arte y el compromiso. Tu inmensa obra estará siempre presente en la historia argentina y en la memoria colectiva de quienes disfrutamos. Hasta siempre, maestro». Victoria Donda , diputada y nieta recuperada tras la dictadura, le rindió su homenaje. «Siempre he acompañado las causas de los derechos humanos en general y la de los derechos humanos de las mujeres en particular. Te vamos a extrañar Quino».

Este tributo no lo habrían escrito Susanita ni Mafalda pero quizás el que hizo el ex ministro Hernán Lombardi sí lo habrían suscrito. «Murió el mejor, el más lindo, el más bueno, el más sensible.El que nos acompañó toda la vida. Murió Quino».

Más cerca del alma, el neurólogo Facundo Manes se despidió: «Adiós a una de las mentes (y de los corazones) más brillantes de nuestro país. ¡Gracias por todo, Maestro».

La escritora Florencia Etchevers lo resumió en una frase: «Se murió el tipo que mejor nos entendió como sociedad. Gracias, maestro». La palabra maestro es la que mas se repite en estos epitafios de redes sociales, pero hay otras. «Chau Quino. Genio que al partir dejarás hijas e hijos… criaturas, que vivirán eternamente. El arte popular en su máxima expresión». El «arte» que en España pocos conocen de Quino es la réplica adaptada del Guernica de Picasso, una obra que el dibujante Rep conocía bien aunque ayer no fue la que mencionó en su ilustración de despedida, donde le retrata como al Principito, con bufanda, llevado en volandas al cielo por pájaros con la leyenda: «Lo intuíamos… el verdadero Principito era Quino». Otro dibujante de primera fila como Liniers prefirió colgar en Instagram una fota suya junto a Quino con dos palabras: «Gracias, Maestro».

Chino Darín recurrió a su cuenta de Twitter. Sus palabras: «Se fue Quino y nos dejó de todo. Que en paz descanse maestro. Gracias», y debajo una viñeta del globo terráqueo con un hombre sentado en la butaca frente a la televisión que ofrece una imagen de la mecha de una bomba redonda y el bocadillo: «Menos mal que el mundo arde siempre por otro lado». De rebote, en el hemisferio norte, el jugador de baloncesto Manu Ginóbili escribió: «¡Qué genio este tipo! ¡Solo gracias!».

Daniel Divinsky , ex editor suyo y uno de los primeros en conocerle y tener cerca escribió. «Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará». Así es.