La mafia china encargó al alunicero español «El Niño Juan» el robo del castillo de Fontainebleau

El encargado de perpetrar el ataque, orquestado por la mafia china, no era otro que el conocido alunicero español Juan María Gordillo Plaza, « El Niño Juan », llamado así por su baja estatura y que cuenta con 54 antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio y siete requisitorias en vigor de entrada en prisión. Minucioso en sus asaltos, a la par que peligroso, debía hacerse con los objetos de arte chino que hay en el museo asiático de este castillo francés, tal y como han confirmado a ABC fuentes policiales.

La operación comenzó tras un chivatazo recibido en la Brigada de Patrimonio Histórico . Los agentes españoles tuvieron conocimiento de la posibilidad de que varios delincuentes estuvieran organizando un robo en un museo en Francia a finales de diciembre, sin concretar en cuál. Tampoco se sabía quiénes eran los malhechores. La información, y las diversas ampliaciones que fueron surgiendo, fueron remitidas a las autoridades policiales europeas, así como también a las francesas, iniciándose una cooperación policial entre los agentes de ambos países. Al principio, el contacto se produjo por las vías oficiales; luego, al ver la importancia, urgencia y peligrosidad de la operación , pasó a ser diario y directo enter los dos cuerpos policiales. El robo era inminente.

La Policía localizó a uno de los ladrones a mediados de diciembre. Ahí fue cuando empezó la operación Bambú. La sorpresa fue mayúscula cuando, siguiendo las pesquisas, se tuvo conocimiento de que «El Niño Juan», de 33 años, junto con otro español, estaba implicado en el ataque. Cruzaron la frontera, a bordo de dos coches diferentes, el 21 de diciembre. « Tuvimos que tener mucha cautela porque cuando conduce no se detiene ante nada . Se lleva por delante tanto propiedades como personas para no ser detenido», explica a ABC Fernando Porcel, Inspector Jefe y Jefe de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional.

La Policía Francesa comienza entonces a hacerle seguimiento. Se descubre que se aloja en un hotel de la localidad de Nemours y que continuamente se desplaza hasta el municipio de Fontainebleau, a 60 kilómetros de París, realizando varios reconocimientos en el Castillo, patrimonio mundial de la Unesco , residencia de 34 reyes y dos emperadores , y enclave del Museo Chino creado por la Emperatriz Eugenica en 1863. En su interior se guardan con celo numerosas y muy valiosas obras de arte del país asiático, fundamentalmente arte decorativo, como jarrones y figuras.

Los españoles, cinco en total, se reúnen en la localidad francesa con un grupo de tres ciudadanos de origen asiático dos días antes del arresto. Este encuentro es lo que lleva a las autoridades a pensar que el robo no es fruto de la imaginación de Juan, sino un encargo de la mafia. « Establecido el contacto inicial, estos ciudadanos no vuelven a aparecer en escena . Por eso pensamos que es en ese momento cuando hacen el encargo definitivo y concretan la pauta a seguir», continúa el Inspector Jefe.

Todos los chinos abandonan el lugar, excepto uno: el compinche y enlace entre la mafia y los españoles. Este es el encargado de abonar, con una tarjeta de crédito también asiática , todos los gastos de los españoles. Desde los materiales para perpetrar el robo hasta la vestimenta, así como el hotel y las facturas gastronómicas. Los agentes sacan una conclusión: la mafia china quiere hacerse con piezas del museo muy concretas. Y no se equivocan.

«Los ahora arrestados compran instrumentaria muy exacta: palancas, picos, hachas, destornilladores y material de oxicorte para fundir hierro y acero, pensado que podían atravesar puertas blindadas », explica Porcel. También se hacen, en una conocida cadena de ropa deportiva, con vestimenta completamente negra. Además, sustraen dos vehículos franceses –de la marca Mercedes y Renault– para culminar el robo en el museo. Por ello, y conociendo el modus operandi de « El Niño Juan », no se descarta que el ataque se produjera también mediante el método del alunizaje.

Ante el riesgo que corría el patrimonio, el juez francés encargado del caso, ordena a la Policía actuar en preventivo. En cuanto tengan constancia de que van a ejecutar sus intenciones deben detenerlos. Eso ocurre la madrugada del 28 de diciembre. Los cinco españoles y el chino salen del hotel con su oscuro atuendo preparados para actuar. Apenas ponen un pie en el parking, los agentes les dan el alto. Ellos, en un intento desesperado de no ser capturados, se hacen pasar por turistas , indicando que están de paso en la localidad después de visitar la Torre Eiffel o el estadio del Paris Sanit-Germain. No cuela. Algunas de las detenciones se producen en el aparcamiento y otras en la habitación alquilada.

La revisión del móvil de uno de los detenidos confirma la hipótesis de la Policía: en una imagen aparece una vitrina del museo con unos objetos concretos señalados . «No se puede calcular el valor del botín, en caso de que se hubieran hecho con él», explica el encargado de la investigación en España: «Son piezas que nunca han salido a subasta, ni podrían salir, de dinastías antiguas que estaban en el salón colonial chino». Todos los detenidos cuentan con antecedentes en España. Además del cabecilla, los otros cuatro tienen reseñas por tráfico de drogas y por robo.

Se cree que la mafia china pagó una ingente cantidad de dinero al alunicero español. «Esto era por encargo, sino nadie paga todos los gastos de todo el mundo durante una semana», explica Porcel. «Llegaron a un convenio de cómo se va a hacer y cuánto iban a cobrar. La cantidad exacta no se sabe, pero suponemos que sería mucho dinero , porque desplazarse cinco personas desde España con el riesgo que eso conlleva no puede ser barato, y más en fechas tan señaladas», opina el Jefe de la Brigada.

«Tenemos la seguridad de que El Niño Juan vive bien, que el producto de su vida delictiva le ha proporcionado muchos beneficios. Este ataque lo ha hecho primero por dinero y luego por prestigio . Tiene gran prestigio dentro de este mundo delictivo», continúa.

A pesar del intento frustrado, según ha podido saber este diario, los responsables del Palacio no se plantean reforzar la seguridad .

El 2 de marzo de 2015, el castillo de Fontainebleau ya sufrió otro ataque. Los ladrones se hicieron con 22 piezas, entre las que se encontraba una réplica de la corona de oro del Rey de Siam, un regalo a Napoleón III durante su visita oficial a Francia en 1861, así como un mándala en coral, oro y turquesa y varios objetos de porcelana del siglo XVIII que no han sido recuperados.

El Palacio es un gran reclamo para los turistas chinos, así como su museo. Según el último informe de actividad, el 23% de los visitantes en 2017 fueron de nacionalidad china. En el museo hay 1500 piezas asiáticas, algunas procedentes del saqueo del Antiguo Palacio de Verano de Pekín.