Un hispanista ucraniano insta a Madrid a cerrar el Instituto Cervantes de Moscú
El catedrático Oleksandr Pronkevych afirma que la institución en la capital rusa «se está convirtiendo en un arma propagandista putinista»
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Iniciar sesiónOleksandr Pronkevych , catedrático de literatura española en la Universidad de Mykolaiv (Ucrania), ha solicitado al Instituto Cervantes (IC) que cierre su centro moscovita , ya que, según su artículo publicado en 'La Voz de Galicia', «el país que invade otro país y ... cuyo Ejército lanza bombas y misiles matando a civiles y destruyendo sus casas no merece albergar a la institución que representa a España y lleva el nombre de Cervantes , el genio de las letras, el gran humanista y el símbolo de la nobleza espiritual».
Pronkevych cuenta las vicisitudes vividas en Mykolaiv, rodeada por las tropas rusas y bombardeada, y cómo ha tenido que escapar con su familia a la ciudad de Leópolis , en el oeste de Ucrania, desde donde tal vez le surja la posibilidad de pasar a Polonia. Argumenta que la narrativa difundida por el IC de la capital rusa «durante todos sus años de existencia» es la que ahora utiliza el presidente Vladímir Putin «para justificar ideológicamente la invasión rusa en mi país (…) el IC de la capital rusa siempre incluía eventos que alimentaban la nostalgia por la Unión Soviética ».
El director de Moscú del Cervantes, Juan Carlos Vidal, sostiene que «la perspectiva que siempre hemos dado sobre cuestiones vinculadas al pasado soviético de Rusia, a la cultura y su relación con España, ha sido estrictamente en clave histórica , no ideológica». Vidal ve además necesario, sobre todo en la Rusia de Putin , «evitar que una institución docente y cultural como la nuestra aborde cuestiones de índole política». Subraya el hecho de que «actualmente tenemos suspendida la programación cultural del IC de Moscú igual que el resto de los institutos de cultura de la Unión Europea ante la actual situación. No obstante, se mantiene la actividad docente, de certificación docente y de diplomas al igual que el servicio de biblioteca».
Arma propagandista
Pero el catedrático ucraniano estima que «la presencia del Instituto Cervantes en Moscú y su ausencia en Kiev sirve de argumento indirecto, pero convincente, del falso constructo de la Rusia de Putin de que Ucrania no es un estado como un hecho histórico y cultural». A su juicio, el IC de la capital rusa «contrariamente a sus objetivos, se está convirtiendo en un arma propagandista putinista».
«Y yo me pregunto cómo España, un país moderno y democrático y que difunde la convivencia pacífica celebrando la diversidad cultural de todos los pueblos del mundo, se niega a ver que el IC de la capital rusa ha sido convertido en una herramienta cultural del imperialismo ruso renovado», subraya Pronkevych para después anunciar que ha trasladado al director del Instituto Cervantes de Madrid sus preocupaciones al respecto «unas horas antes de meternos en el coche para salvar nuestras vidas».
El pasado mes de septiembre, otro hispanista, hijo de «niños de la guerra» y también catedrático, además de director científico, copropietario y redactor de la publicación digital rusa 'E-vesti.ru', fue puesto en el punto de mira del órgano fiscalizador ruso, Roskomnadzor, por un artículo en el que citó la opinión del Centro Carnegie de Moscú sin reseñar que tal institución está catalogada por el Ministerio de Justicia ruso como «agente extranjero».
Landabaso admitió haber criticado «a veces» la política económica del Gobierno ruso, pero, aseguró que «desde posicionamientos científicos». Lo cierto es que existía la amenaza de una cuantiosa multa . Así que tomó cartas en el asunto el Arzobispado de la Iglesia Católica en Moscú y el asunto acabó en nada.
Sin embargo, según Landabaso declaró entonces a ABC, «nosotros y nuestra revista estábamos siendo objeto de un verdadero acoso . No sólo por el requerimiento del Roskomnadzor, también por lo que se refiere a mi labor como intelectual, ya que, pese a mis conocimientos y numerosos libros publicados, fui marginado por los organizadores del Congreso Internacional de Hispanistas rusos» del pasado otoño, uno de cuyos organizadores fue el Instituto Cervantes de Moscú. Él mismo escribía un artículo en su publicación criticándolo.
Severo control
Por otro lado, el IC de la capital rusa nunca permitió que en sus locales se presentara el libro 'Gorbachov-Primavera de la Libertad' (Edición ampliada y revisada de Ocaso y Caída del Imperio Rojo) de Jesús López-Medel y nuestro corresponsal en Moscú, Rafael M. Mañueco, por enumerar en su epílogo las medidas adoptadas por Vladímir Putin contra las libertades y la democracia desde su llegada al poder. El centro ha perseguido siempre la disidencia contra Putin, aduciendo que de, no hacerlo, podría amenazar la existencia del IC en Rusia.
La dureza en la aplicación de tal axioma llegó al punto de que incluso una auxiliar de cultura, la única española dentro del equipo técnico-administrativo y con estatus de personal de la Embajada de España (protegida con la inmunidad que confiere la Convención de Viena de 1961), fue despedida de forma fulminante e injustificada. Tras ganar el juicio en España contra el IC, no recuperó su puesto de trabajo. Hubo además profesores que se quejaron del severo control impuesto por algunos jefes de estudios del IC en lo que a pureza ideológica se refiere.
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