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ABC Cultural

Félix Rebollo Sánchez

La callada luz de 'El miajón de los castúos', cien años después

Los versos de la obra de Luis Chamizo forman una arqueología dialectal, unida a lo existencial de unas personas con ansia de cultura en esa tierra marginada

A la izquierda, Luis Chamizo, autor de 'El miajón de los castúos' (derecha)

Félix Rebollo Sánchez

Desde que leí por vez primera 'El miajón de los castúos' tuve a Luis Chamizo como poeta eternal, que ya es bastante decir. Lo máximo a lo que se puede llegar en expresión cervantina. La prueba es que todavía después de tanto ... tiempo recurrimos a su obra si queremos otear esos primeros años del siglo XX. No me ha importado, a veces, el desdén o el silencio con que algunos han querido sepultarlo. La poesía no puede fenecer , sí las personas. Por mi mente siempre cabalgó la idea del poeta ruso Pushkin que aprendí en el bachillerato: «recibe con indiferencia el loor y la calumnia / y no discutas con el necio ». Tristeza sentí, en alguna ocasión, cuando se hablaba de Chamizo sin tener ni idea de su obra; es decir, sin haberla leído; estos abundan no solo en el campo literario. Ahora, al cumplirse los cien años de su publicación , parece como si, cual florida primavera, reverdeciera el libro, quizá no tanto como en 1921 , que cayó en tierra abonada, si tenemos en cuenta la crítica.

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