Hazte premium Hazte premium

Félix Rebollo Sánchez

La callada luz de 'El miajón de los castúos', cien años después

Los versos de la obra de Luis Chamizo forman una arqueología dialectal, unida a lo existencial de unas personas con ansia de cultura en esa tierra marginada

A la izquierda, Luis Chamizo, autor de 'El miajón de los castúos' (derecha)

Félix Rebollo Sánchez

Desde que leí por vez primera 'El miajón de los castúos' tuve a Luis Chamizo como poeta eternal, que ya es bastante decir. Lo máximo a lo que se puede llegar en expresión cervantina. La prueba es que todavía después de tanto tiempo recurrimos a su obra si queremos otear esos primeros años del siglo XX. No me ha importado, a veces, el desdén o el silencio con que algunos han querido sepultarlo. La poesía no puede fenecer , sí las personas. Por mi mente siempre cabalgó la idea del poeta ruso Pushkin que aprendí en el bachillerato: «recibe con indiferencia el loor y la calumnia / y no discutas con el necio ». Tristeza sentí, en alguna ocasión, cuando se hablaba de Chamizo sin tener ni idea de su obra; es decir, sin haberla leído; estos abundan no solo en el campo literario. Ahora, al cumplirse los cien años de su publicación , parece como si, cual florida primavera, reverdeciera el libro, quizá no tanto como en 1921 , que cayó en tierra abonada, si tenemos en cuenta la crítica.

La fuerza dominadora del novel poeta con su «originalidad y vehemencia expresiva» trastoca la poesía del momento, e incluso la crítica lo universaliza: «Ni clásicos ni modernos le igualan en intensidad emocional. Carne viva, alma radiante, sangre sana» . La crítica se rindió ante «tantas puras expresiones del alma popular». Así como el «deleite espiritual» en todo su largor.

La celebración de las obras inmortales es un hecho que debe acompañarnos como sostén existencialista, y este libro lo es, se mire como se mire; la poesía como fervor, como canto, como don, como rapto o emulando a Claudio Rodríguez como ebriedad. Es decir, la poesía como magia de la palabra ; en suma, una emoción de la palabra como arte. Chamizo sumergió su pluma en su corazón; ese fue su latido como persona; esa es su poesía hecha carne, trozos de cielo. Su calidad poética refulge en ese hablar de las gentes-lo castúo -; el grado de excelencia estriba en haber sabido escuchar los sonidos de las palabras y transcribirlas para que con el paso del tiempo se recuerden como cima del fluir lingüístico poético de un momento dado de una región. Esta poesía está fundida con su existencia, con ese devenir de lo poético en el entorno. Chamizo tenía en mente que el poema estaba unido al creador, a su yo, a su conciencia; su extinción no cabe, al contrario, ser luz, antorcha para venideros días; de ahí la transparencia que rezuman esos versos hondos , pero de una sencillez que raya la claridad con el rumor y el color que aletean al unísono. Es el deslumbre de la realidad del habla con esa musicalidad que nos emociona:«porq´ icimos asina: jierro, jumo, / y la hacha, y el jigo y la jiguera».

Ese «hondón intrahistórico» con que supo definirlo Zamora Vicente está inmerso en todos sus versos que forman una arqueología dialectal , unida a lo existencial de unas personas con ansia de cultura en esa tierra marginada y diversa. Fue el momento del triunfo de la poesía regional; a esta se apuntó el poeta de Guareña; al lado tuvo otras voces que querían lanzar otro alarido, también por su marginación desde diversos lugares de la península; recordemos a Rosalía, Curros Henríquez, Vicente Medina, Maragall, Verdaguer , por nombrar solo un puñado. Poetas que debemos tener en cuenta con perspectiva cultural y afectiva si queremos comprender a la sociedad y sus costumbres de los primeros años del siglo XX. Fueron la luz de la conciencia de una época destellante. Pero de nada servirían estas líneas si no nos acercamos y, sobre todo, leemos los versos de los poetas.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación