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ABC Cultural

Papel de fumar

‘Licorice Pizza’: el placer no necesita explicación

«A veces uno (yo, por ejemplo) sólo quiere subirse a una mirada y dejar que pase el tiempo. A veces el cine es un ambiente: un lento flotar en una cama de agua, una noche en los recreativos, el calor pegajoso de agosto, las idas y venidas del amor. Quién quiere un argumento teniendo esto»

Bruno Pardo Porto

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A Paul Thomas Anderson, director de ‘ Licorice Pizza ’, le han preguntado por el personaje racista de su película, un hombre que se reía de los japoneses (de las japonesas, más bien). «¿Cuál es el problema? ¿El problema es que era un idiota diciendo estupideces?», ... respondió él. «El problema es que su racismo podría dar permiso a la gente para reírse del estereotipo, en lugar de su estupidez», le explicó el muy concienciado periodista de ‘IndieWire’. Es curioso que entre todas las escenas de la película que pudieran ser motivo de polémica precisamente se haya elegido una broma para el señalamiento. Esto dice muchas cosas de nuestro tiempo, pero todas muy aburridas.

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