Belén Gopegui: «El servilismo y el miedo rigen esta sociedad»
¿Podemos sobrevivir sin pecar de serviles? ¿Es posible la bondad desde el poder? «El servilismo y el temor dominan esta sociedad», contesta Belén Gopegui. Y añade: «El idealismo es una forma de encubrir la realidad; ocupar un cargo influye en las decisiones; un ministro ... puede ser mejor o peor, pero no bueno...» En «Lo real», cuarta novela después de «La escuela de los mapas», «Tocarnos la cara» y «La conquista del aire», la autora madrileña recorre las últimas décadas de la historia de España. Edmundo Gómez Risco, el protagonista, evoluciona en los aledaños de un poder que le evite caer en el servilismo y le permita vivir sin miedo, desde el final del franquismo a la huelga del 14-D. Obsesionado por la experiencia de su padre, encarcelado por el caso Matesa al no contar con las influencias necesarias, escala peldaños en el mundo de la televisión y los sondeos de opinión pertrechado de cinismo y mentiras.
Inspirada en la picaresca, Brecht y Flaubert, Gopegui elude la «novela de tesis», y se interesa por «los sentimientos en minúscula». La verdad, dice, «sólo tiene un valor estratégico». Su personaje colige que «la verdad tarda, que el débil no ha de exclamarla nunca a trompicones: sólo el fuerte puede ir por la vida con arrebatos de verdad y eso a riesgo de debilitarse». Reacia al «happy end», Gopegui aboga por «proteger la narración» y no propone consuelos imaginarios: «La naturaleza no se organiza en términos de justicia e injusticia, no es bondadosa ni tiene porqué serlo». Alternando la voz de la narradora con un coro que al estilo de las tragedias clásicas glosa las acciones del protagonista, Gopegui constata una «continuidad entre el franquismo, la Transición y lo que ha venido después, con casos similares al de Matesa».
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