Frank Gehry, la última víctima de la batalla en la Zona Cero de Manhattan
El World Trade Center tumba el proyecto del arquitecto canadiense para su Centro de Artes Escénicas y deja su futuro en el aire
Frank Gehry, la última víctima de la batalla en la Zona Cero de Manhattan
«Yo no voy donde no me quieren». La reacción de Frank Gehry fue amarga y dolida, tras enterarse esta semana de que su proyecto para construir un Centro de Artes Escénicas en el complejo del World Trade Center había sido tumbado. No es ... habitual escuchar a un arquitecto estrella responder con tanta dureza cuando un proyecto sale torcido. Sus declaraciones a «The New York Times» mostraron con claridad su falta de sintonía con Maggie Boepple, la presidenta del Centro de Artes Escénicas que se construirá a la sombra de la One World Trade Center –también conocida como Freedom Tower–, la mayor torre surgida de los escombros del 11-S .
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Boepple llegó al cargo en 2012 para conducir un centro cultural todavía falto de concepto y de financiación. El diseño de Gehry, una cascada de cubos que contiene un gran teatro y dos salas pequeñas, había sido presentado antes de que ella llegara al cargo, y no pareció entusiasmada por la idea del arquitecto canadiense. «Ella dice que construyo maquetas», dijo Gehry. «No tiene ni idea de lo que hago ni de cómo lo hago. Es un nuevo grupo de gestores. Que hagan lo que quieran», protestó.
Otros reveses
Gehry se convierte así en la última víctima arquitectónica del nuevo World Trade Center, en el que han sufrido reveses estrellas como Norman Foster –su torre, la número 2, está parada–, Daniel Libeskind –iba a construir la Freedom Tower, pero al final se la quedó David Childs – o Santiago Calatrava , cuyo intercambiador ha levantado críticas por su sobreprecio.
Si la reconstrucción del World Trade Center avanza con mucho retraso –trece años después de los ataques, solo se han inaugurado las torre 4 y 7, además del Memorial y Museo del 11-S –, este Centro de Artes Escénicas va a la cola del pelotón.
Daniel Libeskind lo incluyó en su Plan General para el World Trade Center en 2003. Ese plan ha sufrido modificaciones, cambios de arquitectos y ajustes presupuestarios desde entonces, pero el solar al este de la Freedom Tower sigue adjudicado para el Centro de Artes Escénicas.
Cómo será esta institución cultural es todavía una incógnita. El proyecto inicial de Gehry incluía tres teatros. Después se le pidió que lo redujera a dos. En principio se ideó para que acogiera al Joyce Theater, pero luego se decidió abrirlo a otras propuestas culturales. Se contempló que fuera la sede del Drawing Center y de un museo sobre las libertades creado «ad hoc» –el International Freedom Center–, pero se rechazó porque la programación de estas instituciones podría herir sensibilidades. Ahora, ni siquiera se sabe cómo será el edificio.
Se barajan tres estudios para sustituir a Gehry. El edificio cuenta con 400 millones de presupuesto
Proceso de selección
«Estamos en el proceso de seleccionar a un nuevo arquitecto. Hay tres estudios de arquitectura bajo consideración», anunció al rotativo neoyorquino John E. Zucotti, el promotor inmobiliario que preside el patronato de la institución. Para Boepple, la institución se estaba construyendo por el tejado. «Cuando se elija al arquitecto, tenemos que saber cómo va a funcionar el interior del edificio», dijo en una ocasión. Para eso, hay que ver también con qué financiación va a contar la institución, cuyo presupuesto para el edificio hasta ahora se estimaba en 400 millones de dólares. Se supone que este mismo mes se elegirán nuevos miembros del patronato, que son clave en los esfuerzos para recaudar fondos.
Zucotti considera que los nuevos patronos y el hecho de que ya se haya inaugurado el Memorial y Museo del 11-S harán al Centro de Artes Escénicas un proyecto «mucho más creíble que hace dos años». Zucotti, un magnate que no dudó en bautizar a una plaza cercana al World Trade Center con su propio nombre –la misma donde tuvo lugar la acampada de Occupy Wall Street –, apuesta por aprovechar el tirón del turismo que acuda a la zona con un concepto poco transgresor: «Cultura americana, musicales, comedia musical, algo que le interese al tipo de gente que va a ver el memorial». El centro tiene desde este año un director artístico temporal, David Lan –ocupa el mismo cargo en el teatro Young Vic de Londres–, aunque, sin noticias sobre la financiación ni el edificio, no hay muchos planes sobre programación
«Yo no voy donde no me quieren», afirma con amargura el arquitecto.
Tampoco Gehry, al que también le han llovido las críticas por su proyecto del memorial al presidente Eisenhower en Washington, sabe lo que va a pasar. «Cero desde la Zona Cero», dijo con ironía sobre los detalles que la institución le había dado acerca del cambio de planes.
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