batalla de stalingrado
Los ejércitos olvidados
Rumanos, húngaros, italianos, eslovacos y croatas acompañaron a la «Wehrmacht» en su más dura campaña
rodrigo garcía-muñoz vaquero
Los soviéticos desencadenaron su ofensiva en el sector de Stalingrado golpeando los eslabones más débiles del frente enemigo, los ejércitos rumanos 3º y 4º, a los que arrollaron en pocos días atrapando al VI Ejército alemán. Posteriormente, el sucesivo desmoronamiento del 8º Ejército italiano ... y del 2º húngaro a lo largo del Don amenazó con destruir el sector meridional del frente del Este. Hitler culpó injustamente a estos ejércitos, mal equipados, sin reservas y desplegados en frentes amplísimos, de una derrota de la que él era el principal causante, olvidando mencionar que sin su colaboración y su sacrificio jamás habría podido emprender la campaña de verano de 1942 que le llevó hasta el Volga y las estribaciones del Cáucaso.
Rumanía: los eslabones rotos
Rumanía entró en guerra para recuperar los territorios que la URSS le había arrebatado. En 1941, su 4º Ejército capturó Odesa, sufriendo graves pérdidas debido a su falta de preparación. El 3º contribuyó a la ocupación de Crimea y a su posterior defensa. En 1942, Hitler logró que Rumanía aportase 382.000 soldados para la campaña de verano, que colaboraron en la conquista de Sebastopol y el avance hacia el Cáucaso. En otoño, el 3er Ejército del general Dimitrescu desplegó sus once divisiones, una de ellas acorazada, a lo largo del Don para defender el flanco norte del VI Ejército alemán, mientras el 4º, a las órdenes de Constantinescu-Claps, defendía el flanco sur. Durante los combates invernales, las pérdidas de ambos ejércitos ascendieron a 155.000 bajas, incluyendo dos divisiones cercadas en Stalingrado, del total de 228.000 efectivos.
Hungría: la lucha en el Don
Después de que supuestos aviones soviéticos bombardeasen ciudades húngaras, Horthy decidió enviar contra la URSS dos cuerpos de ejército, uno destinado a tareas de ocupación y otro, el Cuerpo Móvil, con dos brigadas motorizadas y una de caballería, que alcanzó Dnipropetrovsk, en cuya defensa participó hasta octubre, cuando fue devuelto a Hungría evitando los rigores del invierno. En 1942, Horthy, que quería mantener a su ejército defendiendo la recién adquirida Transilvania de un posible ataque rumano, sólo se decidió a enviar un contingente en ayuda de Alemania cuando supo que Rumanía haría lo mismo. El 2º Ejército húngaro, mandado por el general Jány, desplegó sus nueve divisiones de infantería y la 1ª Acorazada en el Don, al norte del 8º Ejército italiano. Atacado en enero de 1943, sus 211.000 soldados quedarían reducidos a la mitad.
Italia: «Avanti Savoia!»
Aunque Hitler no informó de antemano a Mussolini de sus planes contra la URSS, cuando se inició Barbarroja , éste ofreció a su aliado un cuerpo de ejército de tres divisiones que avanzó por Ucrania hasta más allá del Dniéper, donde ocupó posiciones defensivas durante el invierno. Al año siguiente se añadieron al contingente italiano siete divisiones más para formar el 8º Ejército, que, a las órdenes del general Gariboldi, defendería el flanco norte del 3er Ejército rumano, a lo largo del Don. Durante estas operaciones, el Regimiento Savoia protagonizaría la última carga de la caballería italiana arrollando, con su coronel Bettoni a la cabeza, a dos batallones enemigos. En diciembre de 1942, el 8º sería destruido después de ofrecer una dura resistencia. Cuando fue repatriado, sólo quedaban la mitad de los 229.000 hombres que lo componían.
Eslovaquia: hasta el Cáucaso
Eslovaquia dividió su ejército en dos componentes, uno estático, para tareas de ocupación, y otro móvil. El Grupo Móvil, convertido en brigada y finalmente en división, con unos 8.500 hombres, acompañó a los alemanes en su avance por Ucrania hasta el río Mius, que defendió durante todo el invierno. El verano siguiente alcanzó el Cáucaso, donde se mantuvo hasta sufrir la contraofensiva soviética. Los supervivientes se retiraron a Crimea, regresando después a Eslovaquia.
Croacia: no regresó ninguno
Croacia contribuyó a la «Cruzada contra el Bolchevismo» con la creación de la Legión Croata, 5.000 hombres reunidos en el 269 Regimiento de Infantería reforzado, que llegaría hasta Stalingrado, participando en los duros combates por la fábrica «Octubre Rojo». Allí se rendirían a los soviéticos los poco más de 100 supervivientes el 2 de febrero de 1943.
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