García de Cortázar: «En el siglo XIX se luchaba por cómo debía ser España, pero nadie discutía su existencia»
El historiador y presidente de la Fundación Vocento ofrecerá una conferencia en el Aula de Cultura de ABC titulada «Cielo y dinero: Iglesia y burguesía en la época de Prim»
El Aula de Cultura de ABC cuenta hoy con la presencia del historiador y director de la Fundación Vocento , Fernando García de Cortázar, quien ofrecerá la conferencia «Cielo y dinero: Iglesia y burguesía en la época de Prim», dentro del ciclo dedicado al bicentenario del general que fue el presidente del Gobierno español.
Organizado por la Fundación Vocento, la Fundación Dos de Mayo Nación y Libertad y Bicentenario General Prim (1814-2014), el acto tendrá lugar las 20.00 horas en el Espacio Betelsmann de Madrid (O’Donnell, 10), con entrada libre. El director de ABC, Bieito Rubido , será el encargado de presentar una ponencia que, según explica García de Cortázar , analizará «el ascenso de la burguesía y su enfrentamiento con una Iglesia asustada, que sufre durante este período − Prim nace en 1814, y en 1870 es asesinado−, un proceso de empobrecimiento con la desamortización y exclaustración de las órdenes religiosas». La consecuencia es que la institución religiosa, al final de esta etapa, «abandona las trincheras del carlismo para llegar a un acuerdo con la monarquía liberal».
Así, «la burguesía se hace católica y la Iglesia se hace más burguesa. Con su moral rígida, su sentido de obediencia y su capacidad de sublimación del malestar de los pobres, era un instrumento muy útil en manos de la burguesía. Nadie mejor que ella podía legitimar el despegue capitalista y reestablecer el orden perturbado por la revolución social que estaba encima».
Prim, sin embargo, «pertenecía a ese liberalismo progresista y era partidario de la separación Iglesia-Estado y la libertad de culto, plasmadas en la Constitución de 1869 ».
Según García de Cortázar, «este pacto antes citado va a ser duradero, y solo comenzará a resquebrajarse en el ocaso de la era de Franco . Será enconces cuando la Iglesia intente corregir su trayectoria anterior, promoviendo la creación de estructuras opuestas a la discriminación clasista, intentando, diríamos, llegar o fomentar una especie de encuentro con el socialismo, etcétera, a partir del final de la era de Franco».
Una de las protagonistas de ese momento histórico fue la reina Isabel II, «porque cubre prácticamente todo el período, hasta que es destronada por la revolución que preside Prim en 1868. Es una Reina que con toda probabilidad fue la reina más amada de España, no solo por la intensidad, sino por la variedad de hombres que la amaron. Una mujer muy castiza, muy amante del cocido madrileño y la tortilla de patatas, ajena por supuesto a cualquier preocupación intelectual. Una reina bondadosa y bullanguera, mal educada y peor casada, mala soberana y buena amnte. Si demostró poca perseverancia en el amor de los hombres, sí lo hizo en cambio en su devoción a España».
Sus palabras reflexionarán, por tanto, sobre un período apasionante, repleto de acontecimientos históricos y en el que «se producen enfrentamientos por diferentes ideas acerca de cómo debía ser España, pero nadie discutía la existencia de España como tal». De hecho, «en aquel momento, los que más se preocupan de construir la nación española por sus intereses comerciales son los miembros de las burguesías catalana y vasca, para superar las desigualdades que existían, para crear un mercado único, y con la construcción del ferrocarril, muy importante porque empieza a acabar con la compartimentación de España».
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