la larga guerra del siglo XX (VII)
La desmembración de los imperios
Al término de la Primera Guerra Mundial, una serie de tratados impusieron la desaparición de cuatro grandes imperios: alemán, austrohúngaro, ruso y otomano
La desmembración de los imperios
Con la contienda finalizada , se esperaba que una nueva distri-bución territorial garantizase una paz duradera. Tras arduas nego-ciaciones entre los vencedores, que en muchos casos mantenían posiciones encontradas, cuatro tratados sucesivos impusieron a los vencidos el reparto de Europa, Oriente ... Próximo y las colonias alemanas tanto en África como el Lejano Oriente: Versalles , 28 de junio de 1919; Saint-Germain , 10 de diciembre de 1919; Trianon , 4 de junio de 1920, y Sèvres , 10 de agosto de 1920.
Los despojos de los difuntos imperios sirvieron para crear naciones nuevas o para satisfacer el apetito territorial de los vencedores. EEUU no amplió sus fronteras, pero se consolidó como una gran potencia económica.
Si bien se pretendió reconocer derechos, reparar injusticias y evitar problemas futuros, resultó imposible contentar a todos . Las soluciones adoptadas generaron revanchismo e insatisfacción entre aquellos que se consideraron perjudicados y constituyeron el germen de futuros conflictos .
Imperio Alemán, cercenado y sin colonias
Por el tratado de Versalles , Alemania hubo de entregar Alsacia y Lorena a Francia, Eupen y Malmédy a Bélgica y el norte de Schleswig se incorporó a Dinamarca tras un plebiscito. El Sarre quedó bajo administración de la Sociedad de Naciones durante 15 años.
En el este, cedió a la naciente Polonia la Posnania, Prusia Occidental, parte de Silesia y un corredor a la orilla izquierda del Vistula por el que acceder al Báltico a través del puerto de Gydna. Esto dejó aislada a Prusia Oriental , de la cual se desgajaron la Ciudad Libre de Danzig, desmilitarizada y unida aduaneramente a Polonia, y Memel, inicialmente administrada por Francia, pero más tarde unida a Lituania.
Además los germanos vieron desaparecer todo su imperio colonial : En África, Togolandia y Camerún se repartieron entre Francia y Reino Unido. África Oriental Alemana se dividió entre Portugal, Bélgica y el Reino Unido. Por su parte, África del Sudoeste Alemana quedó bajo ad-ministración de la Unión Sudafricana. Finalmente, las colonias que po-seía en Extremo Oriente y el Pacífico pasaron a manos de Australia, Reino Unido y Japón.
La URSS recupera parte de lo perdido
La Rusia Soviética, heredera del Imperio zarista, fue excluida de Versalles, manteniéndose los puntos que firmara con Alemania y Austria-Hungría en Brest-Litovsk , en marzo de 1918, para salvar su revolución. En él reconocía la independencia de Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Ucrania, Georgia, Armenia y Azerbaiyán.
Sin embargo, la mayoría de estas naciones tendrían una existencia efímera . Las tres últimas constituyeron la República Democrática Federal de Transcaucasia , disuelta a las cinco semanas : Georgia, sería ocupada por los soviéticos en 1921. Armenia, invadida por Turquía, aceptó a los bolcheviques en 1920 para evitar la total ocupación turca. Azerbaiyán sucumbiría ese mismo año ante una Rusia Soviética que deseaba el petróleo de Bakú. Soviéticos y polacos acabarían manu militari con la independencia de Ucrania en 1921.
Finlandia , tras una sangrienta guerra civil, logró independizarse para convertirse en una democracia en 1919. También las repúblicas bálticas hubieron de luchar por su independencia. Primero contra el ejército alemán y sus sucesores los Freikorps, y después contra el Ejército Rojo. Sólo en 1920 serán reconocidas por los soviéticos.
Austria-Hungría, troceada en nuevas naciones
El tratado de Saint-Germain , certificó la desaparición de Austria-Hungría. Austria perdió todos los territorios con minorías étnicas y quedó reducida a una pequeña nación germana a la que se prohibió el Anschluss o unión con Alemania.
El posterior Tratado de Trianon arrancó a Hungría todos los territorios no magiares. Lo que quedaba del imperio austrohúngaro sirvió para crear Checoslovaquia y engrandecer a sus vecinos. Galitzia se incorporó a Polonia. Italia recibió el Tirol meridional, el Trentino e Istria. Rumania sería premiada con Transilvania, Bucovina y la mayor parte del Banato. Además, adquirió Besarabia de Rusia y Dobruja de Bulgaria. Ésta última tuvo que ceder a Grecia la Tracia Occidental, perdiendo su alida al Mar Egeo.
Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina formarían el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (que pasaría a llamarse Yugoslavia en 1929) junto con Montenegro y Serbia. La inestabilidad política y las tensiones internas en este estado, dominado por Serbia y al que algunos territorios habían sido incorporados a la fuerza, serían permanentes. Además se enfrentaría con Italia por la ciudad de Fiume.
Desaparición del Imperio Otomano
Turquía, en virtud del tratado de Sèvres , quedó reducida a la pe-nínsula de Anatolia y sometida a la intervención financiera de las potencias vencedoras. Italia recibió el archipiélago del Dodecaneso; Grecia algunas islas del Egeo, Tracia Oriental y Esmirna, en Asia Menor; y Arme-nia las provincias de Erzurum, Bitlis y Van.
La mayor parte de los extensos territorios otomanos en el Próximo Oriente se convirtieron en mandatos temporalmente gobernados por Francia y Reino Unido en nombre de la Sociedad de Naciones. Francia logró el Mandato de Siria y Líbano. Reino Unido obtuvo el Mandato de Mesopotamia (actual Iraq) y el de Palestina (que abarcaba los actuales Jordania, Israel, Palestina y Gaza). Sólo la región de Hiyaz se convirtió en un estado independiente que en 1932 daría lugar al nacimiento de Arabia Saudí .
Muchos turcos no aceptaron la completa desmembración del país y bajo el liderazgo de Mustafa Kemal, Atatürk, recuperaron en la Guerra de Liberación los territorios cedidos a Armenia y Grecia (excepto las islas del Egeo). En 1923, con la proclamación de la República de Turquía, se puso fin al Sultanato.
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