Gregorio Marañón: «La cultura es una cuestión estratégica»

–¿Cuál es el valor intangible de un proyecto cultural como este?

–La cultura, para cualquier país, constituye una cuestión estratégica, y muy especialmente para los países que, como España, tienen un patrimonio cultural tan importante. La cultura no solo es esa riqueza que representa una parte relevante del PIB y genera empleo, sino mucho más. La cultura es un factor esencial que identifica, une y vertebra una sociedad.

–¿Cree que España está aprovechando bien su potencial cultural?

–Sinceramente, creo que no. Entre los políticos españoles, y en general en la sociedad, no se considera suficientemente el valor estratégico de la cultura. Esto se nota también cuando los presupuestos públicos de cultura, y los del patrocinio privado cultural, no se dotan suficientemente, y lo que es más grave, cuando no se prioriza bien su utilización, precisamente por la falta de ese sentido estratégico.

–¿Qué elementos han hecho posible la realización de un proyecto tan ambicioso, a pesar de la crisis?

–La Conmemoración va a ser posible con un proyecto de la excelencia del que hemos planteado porque fue declarada por Ley «acontecimiento de excepcional interés público», lo que comporta una desgravación fiscal de hasta el 90%, y así hemos logrado que el patrocinio privado asuma la financiación del 85% del Programa Oficial del 2014. Naturalmente, se trata de un proyecto público, que ha contado de manera decisiva con el apoyo de las Administraciones Públicas que lo han impulsado, fundamentalmente el Ministerio de Cultura y la Junta de Castilla-La Mancha, pero también el Ayuntamiento y la Diputación. La participación de la Iglesia ha sido también fundamental, así como la colaboración de los principales museos internacionales, que han renunciado a realizar sus propias exposiciones sobre El Greco en el 2014.

–En un momento de tanta austeridad, ¿qué medidas políticas pueden ayudar más a la cultura?

–Sin lugar a dudas, una Ley de Mecenazgo, como la que está planteando la Secretaría de Estado de Cultura. Pero por si sólo no será suficiente: tenemos que crear en la sociedad civil la conciencia de que debe apoyarse solidariamente la causa de la cultura.