El tren turístico sólo iba a crear 10 empleos con una inversión de 14,4 millones de euros

En la memoria del proyecto, se aseguba que esa enorme inversión generaría unos exiguos 10 puestos de trabajo. Así lo anunció la exalcaldesa en la presentación pública del proyecto el 13 de junio de 2008 en la Diputación. A priori, chirría la cantidad tan elevada —para un proyecto que se «vendió» como generador de empleo y como revitalizador del tejido empresarial y productivo del Guadiato— cuando apenas iba a generar una decena de empleos. Y entre ellos, el de maquinista de tren a vapor, oficio ya extinguido, y de fogonero, que era la persona que se encargaba de echar el carbón en la caldera de la locomotora. También desentona la elevada inversión para un proyecto poco sostenible, ya que la cuenca minera cordobesa no produce ya carbón para la línea ferroviaria.

En aquellas fechas, Ruiz indicó que el Tren Turístico del Guadiato iba a unir las provincias de Ciudad Real, Badajoz y Córdoba mediante la recuperación de la línea férrea Puertollano-Almorchón-Córdoba. Es decir, un ambicioso proyecto para recuperar 200 kilómetros de vía férrea, gran parte de ella en desuso y totalmente desmantelada. Además, también se contemplaban 19 estaciones para la parada de este tren turístico, todas ellas a recuperar.

En su día, el expresidente de la Diputación Francisco Pulido se refirió a esta iniciativa como un proyecto que «recoge los recursos con los que cuenta el Guadiato, su rico patrimonio en torno al ferrocarril, la industria y la minería, para que generen proyectos con dinamismo social y económico».

En la presentación del proyecto, Ruiz avanzó que se subdividía en cuatro fases. Una primera a concluir en 2011 tras una inversión de 2,8 millones destinada a recuperar el tramo Puertollano-Peñarroya-Alhondiguilla, así como la recuperación de dos locomotoras de vapor: «Marta» y «Santa Bárbara».

La segunda fase contemplaba la puesta en valor del tramo de vía férrea El Vacar-Cerro Muriano, sin que trascendiera la inversión. En una tercera intervención, también sin presupuestar, se incluía la recuperación de la línea férrea entre Cerro Muriano y Córdoba.

La última fase estaba destinada a la creación de un Centro de Estudios del Ferrocarril. Para tal fin se habían presupuestado 500.000 euros.

La exalcaldesa Luisa Ruiz, que fue detenida ayer dentro de la «operación Rocket» por presuntas irregularidades en la recepción y destino final de subvenciones, entre ellas la de los Miner para el citado tren, dio el primer paso para hacer realidad su proyecto el 29 de enero de 2007. Ese día, la exregidora peñarriblense firmó un convenio con la Compañía General de Ferrocarriles Turísticos y con el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español para dar inicio a los estudios previos para la viabilidad del proyecto de recuperar la línea férrea, el antiguo tren a vapor y dar forma al museo de la minería.

Según la información recopilada por ABC, en 2008 la locomotora «Marta» fue enviada a Lérida para su restauración que, según fuentes municipales, superó los 300.000 euros. La maquinaria regresó a la localidad del Guadiato el pasado verano no sin polémica, ya que, en vista de que no iba a ser utilizada al truncarse el proyecto, los técnicos optaron por sellar los orificios, tubos de admisión y entrada de aire. Y eso la dejaba en situación de inoperatividad. No obstante, desde la Compañía General de Ferrocarriles Turísticos se informó de que estaba restaurada y lista para funcionar en el momento que se decidiese retomar la iniciativa.

Invertidos 1,8 millones

Posteriormente, en 2009, se licitaban por valor de 200.000 euros la restauración de otra cabecera de vapor, la locomotora «Santa Bárbara», así como un vagón restaurante de gran valor patrimonial.

En total, según informó ayer la alcaldesa de Peñarroya, María Gil (PP), se han invertido 1,8 millones en este proyecto, sin que se haya recuperado aún las dos últimas máquinas enviadas a reparar y cuyo paradero, a fecha de agosto de 2012, era una incógnita para el equipo de gobierno del PP. Lo único que se sabe es que están en poder de la empresa encargada de su restauración y qu, al cortarse el grifo de los Miner, las mantienen en sus instalaciones en busca de financiación para pagar el transporte para devolverlas o retomar los trabajos si se desbloquea el proyecto.

La locomotora «Marta», tras su arreglo, lleva un año guardada en una nave municipal a la espera de darle un uso, al menos, ornamental en algún espacio público.