Bretón: «Jamás se me va a ocurrir darle una bofetada a mi hijo»
La testigo principal vio «claramente» el golpe, y destaca la «tensión» entre José y Ruth Ortiz
DAVINIA DELGADO
Con una mirada fija que constreñía su frente, José Bretón, procesado como presunto infanticida de sus dos hijos en octubre de 2011, se sentó ayer por primera vez en el banquillo de los acusados. Pero no se le juzgaba por el asesinato de sus vástagos - ... vista que, con toda probabilidad, tendrá lugar después del verano-, sino por un supuesto episodio de malos tratos sucedido antes de la desaparición de los hermanos, y que tuvo como víctima al pequeño José. Al parecer, según mantiene el Ministerio Público y la acusación particular -ejercida por la madre, Ruth Ortiz-, el procesado golpeó al niño en agosto de 2011 cuando se encontraban en un restaurante de comida rápida del centro comercial El Arcángel.
El encausado negó rotundamente los hechos y señaló que «jamás se me va a ocurrir pegarle una bofetada a mi hijo». En este sentido, manifestó que es «totalmente inocente» y que el relato por el que se le culpa «no se corresponde con la realidad».
Así, Bretón explicó, a preguntas de las partes, que el día de autos -el 23 de agosto del citado año- quedaron él, la que era su mujer por entonces, Ruth Ortiz, y los dos pequeños, con un matrimonio y su hija, a los que conocían desde hacía mucho tiempo. «Estuvimos en el McDonalds de El Arcángel, pero no recuerdo ningún incidente por el que tuviera que reprender a mi niño», señaló.
Por su parte, la principal testigo, que conoce a Bretón y a Ortiz «desde hace por lo menos 15 años», manifestó que vio «claramente» cómo José abofeteaba al menor de dos años; y le dio «fuerte», puesto que hasta «se le giró la cabeza». La mujer añadió que la agresión se produjo «porque el niño estaba chupando la mesa» del establecimiento y el padre, de forma sorpresiva, le golpeó, algo que le pareció «excesivo».
En ese momento la testigo estaba sola con Bretón, puesto que Ortiz y el marido de aquella habían ido a pedir la comida. No reprendió al supuesto agresor ni le comentó nada a la madre porque «pensé que se trataba de una cuestión que correspondía a la intimidad de la pareja». Aunque dijo no tener ningún interés en la causa, la testigo sí que reconoció que «no soportaba ver cómo José trataba a Ruth».
Este extremo fue refrendado por el esposo de la declarante, que también fue citado ayer. Sobre el estrado, indicó que no vio la agresión, pero sí que existía «tensión» entre el matrimonio y que Bretón le hablaba muy mal a su mujer: «Cuando ella le preguntó qué deseaba tomar, él le contestó que ella pidiese lo que quisiera, que él tomaría lo que le saliese de los huevos».
Tras escuchar a los testigos y al acusado, la Fiscalía elevó a definitiva su petición de pena (nueve meses de cárcel), a la que se adhirió la acusación particular (que en un principio pedía un año); la defensa, por su parte, demandó la absolución.
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