Misión osiris rex
Yasmina Martos, científica de la NASA: «Las muestras del asteroide Bennu nos ayudarán a aclarar si la vida llegó del espacio»
La nave Osiris-Rex llega el domingo a la Tierra con un cuarto de kilo de material de la roca espacial, la mayor cantidad obtenida de un objeto más allá de la Luna
La nave Osiris-Rex regresa este domingo a la Tierra con un importante regalo: material extraterrestre
Diez cosas sobre Bennu, el asteroide de la resurrección
Recreación de la nave Osiris-Rex en el asteroide Bennu. En el círculo, la investigadora Yasmina Martos
La misión Osiris-Rex de la NASA se acercará este domingo a la Tierra para entregar una carga de un valor científico incalculable. Son muestras de Bennu, un asteroide primitivo del tamaño del Empire State Building situado en los confines del sistema solar. ... La jienense Yasmina Martos, científica terrestre y planetaria del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland (EE.UU), dice que el estudio de este conjunto de polvo y rocas, que llevará generaciones, nos ayudará a entender el origen del sistema solar e incluso a protegernos de un peligro llegado del espacio.
—No es la primera vez que se recogen muestras de un asteroide, ¿qué tienen de especial las de Bennu?
—La sonda japonesa Hayabusa2 recogió en 2018 alrededor de 5 gramos de material del asteroide Ryugu, pero en esta misión se ha recolectado muchisimo más: un cuarto de kilo. Es bastante impresionante, porque es la misión que más cantidad de muestras va a traer de un objeto que está más allá de la Luna. Además, las características de Bennu también son distintas. Es un asteroide rico en carbono que contiene elementos básicos para la vida.
—¿Qué vamos a aprender de este material?
—Existe un teoría que dice que la vida en la Tierra apareció por el impacto de asteroides cargados con estos componentes, así que las muestras de Bennu nos van a permitir explorar esa posibilidad. Y aprenderemos más sobre los orígenes de nuestro sistema solar.
—Bennu se considera potencialmente peligroso, ¿conocer más sobre él nos puede ayudar a proteger la Tierra?
—Efectivamente, lo podremos monitorear con una precisión mucho mayor o desarrollar técnicas en el caso de que en el futuro haya algún asteroide que realmente tenga una probabilidad alta de colisionar con la Tierra. Hasta el año 2200 la probabilidad de un choque con Bennu es de 0,05%.
—¿Hay algo en particular que les haya sorprendido de Bennu?
—Como está orbitando en un lugar tan inhóspito, con muy alta radiación, se esperaba que hubiera mucha erosión, que su superficie fuera como arena de playa. Pero nos encontramos con que estaba lleno de rocas enormes. Particularmente, me parece increíble la gran resolución con la que se ha podido estudiar la superficie de este asteroide. Cuando nos imaginamos un satélite orbitando la Tierra está siempre a varios cientos de kilómetros, pero la nave llegó a orbitar a Bennu, que tiene unos 500 metros de longitud, a solo 200 metros de su superficie. Es como mirarlo con unos prismáticos de alta resolución.
—¿Cómo va a ser el regreso de la cápsula?
—Muy emocionante. El domingo la nave se acercará mucho a la Tierra, soltará la cápsula, que entrará a la atmósfera a una velocidad de casi 28.000 millas por hora, y a los dos minutos desplegará un paracaídas para estabilizarse. Cinco minutos más tarde abrirá otro paracaídas más grande, que es el que le va a ayudar a aterrizar en la superficie, en el desierto de Utah. Todo eso durará unos 13 minutos. Veinte minutos antes de la entrada en la atmósfera cuatro helicópteros van a estar observando la firma térmica de la nave en la atmósfera para que luego se pueda observar visualmente.
—¿Adónde se van a llevar estas muestras y quién las va a estudiar?
—El lunes se trasladarán al centro Johnson de la NASA en Houston. Más de 200 personas están involucradas en este estudio. Primero se van a catalogar las muestras, lo que se calcula tardará uno seis meses. Parte de lo que llegue se analizará de forma inmediata, incluso antes de catalogarlo, para que sean lo más prístinas posibles, pero el resto se estudiará durante décadas.
—Osiris-Rex no termina aquí su camino. Luego se va a visitar el asteroide Apofis.
—Es espectacular que se pueda hacer esta optimización de la misión. Después de soltar la cápsula, Osiris-Rex usará la gravedad terrestre para cambiar esa maniobra y dar aceleración para dirigirse a Apofis, donde llegará en 2029. Apofis es completamente diferente a Bennu. No tomará muestras, pero sí se acercará a la superficie y levantará el polvo, o lo que sea que haya allí, para estudiarlo y ver de qué se compone.
—Se pretenden explotar los asteroides con fines comerciales.
—Sí, esa es otra razón por la que es bueno estudiarlos: conocer qué tipo de recursos tienen, si hay agua o hierro... para tenerlo en cuenta para una misión de exploración futura que pueda desarrollar la humanidad.