Muere James Watson, codescubridor de la estructura del ADN, a los 97 años
El descubrimiento junto a Francis Crick le convirtió en uno de los referentes científicos más importantes del siglo XX y también en el más polémico por sus opiniones racistas
James Watson, más negro de lo que pensaba
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl científico estadounidense y premio Nobel James D. Watson (Chicago, 1928), codescubridor de la estructura del ADN junto a Francis Crick, ha fallecido este viernes a los 97 años en una residencia de ancianos de East Northport, Nueva York. Su gran descubrimiento llegó cuando ... no había cumplido ni siquiera los 25 años. Desentrañar el ADN, el mapa genético de la vida, habría sido suficiente para convertirle en uno de los científicos más importantes del siglo XX. Pero también lideró el ambicioso proyecto Genoma Humano y de su pluma salieron las memorias más brillantes de la ciencia: 'La doble hélice', un libro autobiográfico que le convirtieron en una auténtica celebridad. Sus avances cambiaron la biología para siempre e iniciaron una nueva revolución en medicina y la agricultura.
Entre otras muchas aportaciones, James Watson abrió la puerta al hallazgo de mutaciones genéticas causantes de enfermedades, que hoy permiten entender cómo las instrucciones genéticas pueden heredarse de generación en generación. O diseñar cultivos modificados genéticamente y la última revolución: la edición genética que permite quitar y poner genes a voluntad.
-
La primera fotógrafa del ADN cuyo nombre fue borrado de la historia
Pedro Gargantilla
Tan genio como lenguaraz, perdió en los últimos años de su vida gran parte de los reconocimientos por sus opiniones racistas.
Su vida estuvo siempre rodeada de polémica, incluidos sus grandes avances. La leyenda dice que el hallazgo de Watson y Crick solo fue posible después de robar datos de Rosalind Franklin, una química física que trabajaba en el King's College de Londres. Según esta versión, Franklin tuvo la imagen de rayos X del ADN delante de sus narices durante meses sin ser capaz de descifrarla, hasta que Watson la vio, sin su permiso ni conocimiento, para entenderla al primer vistazo.
La famosa imagen, conocida como la Fotografía 51, ha sido considerada la 'piedra filosofal' de la biología molecular. Su interpretación llevó a Watson, Crick y su colega Maurice Wilkins a ganar el premio Nobel de Medicina en 1962. Franklin, quien murió de cáncer de ovario en 1958 a los 37 años, no pudo recibirlo y su contribución no fue reconocida.
Pero eso no es lo que sucedió, según se supo décadas después. Documentos posteriores sugieren una versión diferente sobre cómo se gestó el descubrimiento de la doble hélice. Según parece, lejos de ignorar lo que estaba viendo, Franklin lo comprendió y contribuyó a interpretarlo tanto como sus colegas masculinos.
La inteligencia de los negros
Esta no fue la única polémica con la que lidió en su vida. Más allá de sus aportaciones científicas Watson también pasó a la historia por sus puntos de vista particularmente controvertidos y por su tendencia eugenista al abordar las implicaciones sociales del Proyecto Genoma Humano
Esas opiniones le hicieron perder muchos de los reconocimientos honoríficos que le había otorgado el prestigioso Laboratorio Cold Spring Harbor que había dirigido, el mismo centro que ahora llora su muerte. Incapaz de modular sus opiniones, en el documental «Decoding Watson» («Descodificando a Watson»), estrenado en la televisión estadounidense PBS, Watson, de 90 años de edad, se reafirmó en unas opiniones que manifestó en 2007. En ese momento afirmó que los negros son menos inteligentes que los blancos y que el cociente intelectual está programado en los genes.
La población negra no fue su única diana. Al intolerante Dr. Watson se le atribuyen citas en las que menospreciaba a hombres y mujeres homosexuales, a las chicas que no eran «guapas» y, en general, cuestionaba la inteligencia femenina. En una conferencia en Berkeley en 2000, sugirió una conexión entre la exposición a la luz solar y el deseo sexual, diciendo que eso explicaría por qué hay amantes latinos pero no amantes ingleses. Y una vez dijo que se sentía mal cada vez que entrevistaba a alguien con sobrepeso porque sabía que no iba a contratar a alguien que fuera gordo.
El genio polémico
Tampoco pasaron desapercibidos los comentarios de Watson sobre sus compañeros de investigación en sus memorias. «La doble hélice» se convirtió en un clásico de la literatura científica y fue un éxito de ventas, pero también causó la ira de sus colegas por la tendencia de este icono de la biología molecular a menospreciar a los otros científicos que participaron en el proyecto, entre ellos el propio Crick. Y todo, a pesar, de que el texto que finalmente se publicó se había endulzado porque inicialmente era más escandaloso. La reacción inicial de Crick ante el libro no fue calmada. Dijo que Watson se había centrado en sí mismo en detrimento de otras personas involucradas en el proyecto.
Sobre las creencias religiosas se limitó a decir: «Lo más afortunado que me ha pasado en la vida es que mi padre no creyera en Dios», declaró a la revista Discover en una entrevista con motivo del 50.º aniversario de la publicación del artículo sobre la doble hélice. Un genio que nunca quiso pasar desapercibido.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete