La Historia se biografía

Cuarenta y dos mil personajes biografiados desde el siglo III a. de C. hasta el siglo XX desbordan los 50 volúmenes. Se trata de personajes destacados en todos los ámbitos del desarrollo humano y en todas las épocas de la historia hispana, desde que se tiene constancia histórica científica de esas vidas para ser contadas. Y para ser «colgadas» en internet [ www.rah.es], ya que no tiene coste para la Real Academia de la Historia, propietaria de las biografías, como aclaró el marqués de Castrillón. «Lo colgaremos en la Red en una fecha que decidirá la junta de gobierno de la Academia. Probablemente, habrá que esperar a que se venda la primera edición, de mil ejemplares», señaló Anes, quien confía en lograr financiación para traducir esta obra al inglés y ponerla directamente a disposición de los internautas. El Rey también siente una particular satisfacción al saber que la obra se incorporará a la Red: «Supondrá poner el Diccionario a disposición de millones de personas, empezando por los hispanohablantes. Se trata, además, de una magnífica vía para acercar nuestros jóvenes a sus propias raíces. Esta obra nos hace ser más conscientes de lo que es España y de lo que somos como españoles».

Cinco mil quinientos especialistas en la materia que trataron han redactado las biografías, en torno a ocho folios de media por cabeza. Ya se ha abierto la suscripción para la adquisición de los 50 volúmenes, cuyo coste es de 3.500, «gastos de envío incluidos», aclaró el marqués de Castrillón. Cada volumen, magníficamente editado, consta 850 páginas. Y en él tienen cabida desde maestros falleros pirotécnicos a los Príncipes de Asturias, desde toreros a la exministra Aído, todos aquellos que han forjado la Historia de España. La reseña de Don Juan Carlos la firma el académico de la Historia Vicente Palacio Atard, mientras que las de Don Felipe y Doña Letizia llevan la rúbrica de Casa Real, según se nos informó.

Autor de las biografías de Felipe IV y del conde duque de Olivares, Sir John Elliott, eminencia del hispanismo que colabora en el Diccionario, confesó que le «estimuló» arrimar su hombro el hecho de que el Diccionario «fuera una laguna en nuestra historiografía». Elliott considera la publicación del diccionario como «un hecho notabilísimo en la historia de España, que por fin dispone de un registro biográfico sistemático y bien documentado de muchas de las figuras que han contribuido a forjar los éxitos del país, tanto en los buenos tiempos como en los malos».

El diccionario «debe ser un motivo de gran orgullo nacional», aseguró Elliot, para quien «España ha saltado ahora al siglo XXI y lo ha hecho con garbo, con la promesa de una edición "online"» que vendrá tras la de papel. subrayó: «El principal valor de esta obra no es que contenga la vida de los grandes y famosos sino las de esa legión de 'personalidades de segundo orden, que por fin han podido salir de la sombra».

Para otra autoridad en el conocimiento de España, Stanley G. Payne , que envió un texto al que se dio lectura, el Diccionario Biográfico Español es «una de las dos obras máximas de esta clase que existen en el mundo, igualada por el Diccionario Británico».

Sostuvo Joseph Pérez que esta obra «de consulta imprescindible para los investigadores y sumamente útil para el púbico ilustrado honra a la Real Academia de la Historia y honra a España».

El marqués de Castrillón recordó a José María Aznar, quien antes de ser presidente del Gobierno visitó la Real Academia para interesarse por la labor que realizaban los académicos y una vez en Moncloa prometió ayudar a la realización del Diccionario Biográfico Español, que le planteó el marqués de Castrillón: «Firmamos un convenio con el Ministerio de Cultura, primero con Esperanza Aguirre y luego con Mariano Rajoy, por el que se ingresaba cada año, y durante ocho, en la Real Academia de la Historia cien millones para la realización del Diccionario, que ahora vemos culminado».

El lanzamiento comercial del diccionario congregó en la Academia a la inmensa mayoría de los académicos y a numerosas personalidades, entre ellas a Rodrigo Rato , presidente de la Fundación Cajamadrid; Esther Koplowitz , accionista mayoritaria de Fomento de Construcciones y Contratas; el político Manuel Marín ; Fernando Ruiz , presidente de Deloitte, e Ignacio Sánchez , presidente de Iberdrola.

Promovido y capitaneado por el actual director de la Real Academia de la Historia, don Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, marqués de Castrillón, director científico del proyecto, el 21 de julio de 1999, firmó un convenio con el entonces Ministro de Educación, Cultura y Deporte para elaborar el Diccionario Biográfico Español. S. M. el Rey don Juan Carlos I, asumió la Presidencia de Honor del proyecto el 30 de agosto de 1999. La Real Academia de la Historia ha recogido, en una obra por completo de nueva planta, más de 40.000 biografías de personajes destacados en todos los ámbitos del desarrollo humano y en todas las épocas de la historia hispana, desde que se tiene constancia histórica científica de personajes hasta la actualidad,comprendiendo los territorios de ultramar y los transpirenaicos que formaron lo que suele

denominarse la Monarquía Hispánica.

Después de valorar las ofertas de distintas editoriales que se interesaron en publicarlo, el director de la Real Academia de la Historia, el marqués de Castrillón, decidió, tras aprobarlo la corporación, que la institución asumiera la responsabilidad de publicar la obra. «Para ello, pudimos contar con la Fundación Marcelino Botín que, gracias a la generosidad de su presidente, don Emilio Botín-Sanz de Sautuola García de los Ríos, y a la eficacia de su entonces director, don Rafael Benjumea, conde de Guadalhorce, permitió que la Academia sea hoy editora de la obra. Los trabajos de impresión se encargaron a TF Editores, firma de amplia experiencia y prestigio en el sector», explicó el marqués de Castrillón.