Un solo gen convirtió a los perros en el mejor amigo del hombre
Dos mutaciones permitieron a los canes desarrollar habilidades para interactuar y comunicarse con los humanos
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Iniciar sesiónHace miles de años, nuestros antepasados dedicados a la caza de alces, caballos o ciervos observaron cómo algunos lobos -un depredador con el que se disputaban las presas- se acercaban a sus asentamientos, probablemente para aprovechar los restos de algún festín carnívoro. De entre ... todos ellos, los ejemplares más sociables terminaron estableciendo con los humanos unos lazos excepcionales. Así surgieron los primeros perros que nuestros caprichos y necesidades han convertido en los cientos de razas que conocemos hoy en día.
Durante la domesticación , los perros experimentaron una fuerte selección de temperamento, comportamiento y capacidad cognitiva. Sin embargo, la base genética de estas habilidades no se comprende bien.
Ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores japoneses ha descubierto que dos mutaciones en un solo gen pueden estar detrás de esos rasgos amistosos. Se trata del gen del receptor de melanocortina 2, que está involucrado en la producción de la hormona del estrés cortisol, y pudo permitir a los perros desarrollar habilidades cognitivas sociales para interactuar y comunicarse con los humanos. Los hallazgos se publican en la revista 'Scientific Reports'.
Comprender los gestos humanos
Miho Nagasawa y sus colegas investigaron las interacciones cognitivas sociales de 624 perros domésticos mediante dos tareas. En la primera tarea, el perro tenía que decidir qué tazón tenía comida escondida debajo basándose en señales, como mirar, señalar y tocar, de los experimentadores. Esto puso a prueba la comprensión del perro de los gestos humanos y la capacidad de comunicación.
En la segunda tarea, al perro se le presentó una prueba de resolución de problemas, en la que intentaba abrir un recipiente para acceder a la comida. En esta tarea se midió la frecuencia y el tiempo que el perro pasaba mirando a los experimentadores, lo que representaba el apego social a los humanos.
Los autores separaron a los perros en dos grupos según su raza: el grupo antiguo (compuesto por razas consideradas genéticamente más cercanas a los lobos, como el Akita y el Husky siberiano) y el grupo general (todas las demás razas genéticamente más distantes de los lobos).
Menos apego
Resultó que los perros del grupo antiguo miraban a los experimentadores con menos frecuencia que los otros durante la tarea de resolución de problemas, lo que sugiere que estaban menos apegados a los humanos. No hubo diferencias significativas relacionadas con la raza en la primera tarea.
Luego, los autores buscaron diferencias en los genes asociados con las capacidades cognitivas relacionadas con los humanos entre los grupos antiguo y general, incluidos los genes para la oxitocina (OT), el receptor de oxitocina (OTR), el receptor de melanocortina 2 (MC2R) y un gen llamado WBSCR17 que está implicado con el síndrome de Williams-Beuren (caracterizado por un comportamiento hipersocial) en humanos.
Dos cambios en el gen MC2R se asociaron tanto con la interpretación correcta de los gestos en la primera tarea como con la observación más frecuente de los experimentadores en la tarea de resolución de problemas. Los autores sugieren que estos hallazgos implican que MC2R puede haber desempeñado un papel importante en la domesticación de perros.
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