24 de septiembre de 2182: la fecha de la NASA para un posible choque del asteroide Bennu contra la Tierra
Aunque las probabilidades son bajas, de una entre 2.700, la agencia espacial estadounidense seguirá de cerca a esta roca espacial de 500 metros de diámetro que se acerca periódicamente a nosotros
El asteroide Bennu, expulsando partículas de su superficie el 6 de enero de 2019 tras el impacto de la sonda OSIRS-REx después de recoger muestras de su superficie
En las últimas décadas, cada vez más astrónomos sondean el cielo con un objetivo diferente al de intentar mirar más lejos, en busca de lejanos planetas o brillantes estrellas. Algunos observan nuestras cercanías, no para expandir nuestra comprensión del universo, sino para 'protegernos' de él. ... Porque a nuestro alrededor existen millones de objetos, sobre todo rocas espaciales, que pueden amenazar nuestra existencia. Y no sería la primera vez que uno de estos cuerpos chocara contra nosotros con catastróficas consecuencias: hace 66 millones de años , un asteroide de unos 12 kilómetros de diámetro impactó de lleno con la Tierra, acabando con el reinado de los dinosarios . Ahora, la NASA ha puesto fecha concreta al que puede ser el nuevo desafío de la humanidad llegado desde el espacio: 24 de septiembre de 2182 .
Este es el día señalado por un nuevo estudio de la agencia espacial norteamericana publicado recientemente en la revista ' Icarus '. En él detallan que Bennu , un asteroide de unos 500 metros de diámetro y viejo conocido de los astrónomos (fue descubierto en 1999), podría chocar contra nosotros, si bien es cierto que las probabilidades son bajas: una entre 2.700 . O, lo que es lo mismo, el 0,037% de expectativas de impacto . Y no será la única vez que Bennu se acerque 'peligrosamente': en 2300 también habrá riesgo de colisión, si bien las posibilidades son del 0,057%.
«Aún así, estas probabilidades de impacto son bajas, por lo que no deben generar preocupación», afirma a ABC José María Madiedo , del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). La propia NASA ha emitido un comunicado y ofreció una rueda de prensa para calmar los ánimos, si bien sus análisis tienen una fuerte base científica, ya que se apoyan en las observaciones cercanas que la nave OSIRIS-REx ha llevado a cabo durante dos años del asteroide, del que también ha recuperado muestras para traer a la Tierra .
2135, fecha clave antes del impacto
Bennu tiene una trayectoria alrededor del Sol parecida a la de nuestro planeta, por lo que periódicamente se acerca a nosotros. En cada una de estas 'visitas', puede sufrir un 'tirón' por parte de la gravedad de nuestra Tierra que puede modificar su trayectoria. «Las predicciones de la NASA apuntan a que el 25 de septiembre del año 2135 el asteroide Bennu se aproximará a nuestro planeta -explica Madiedo-. La órbita del asteroide se conoce con una precisión muy alta, lo cual permite afirmar que no colisionará contra nosotros en esa fecha. Sin embargo, durante ese encuentro cercano hay una pequeña probabilidad de que el asteroide pase a través de un 'ojo de cerradura gravitacional ', una región por la que, si pasa este cuerpo, su órbita se modifica lo suficiente como para que en un acercamiento posterior sí se encuentre en rumbo de colisión contra nosotros». Es decir, que en 2135 no habrá riesgo de choque , pero será una fecha clave para conocer si el 24 de septiembre de 2182 Bennu impactará contra la Tierra. O no.
Aunque las probabilidades son pequeñas, este escenario sería catastrófico a nivel regional. «La energía liberada en ese impacto equivaldría aproximadamente a la explosión de mil millones de toneladas de TNT, unas 70 mil veces la potencia de la bomba nuclear de Hiroshima », señala el astrofísico, que explica que la NASA también sigue de cerca a (29075) 1950 DA , otro asteroide potencialmente peligroso que podría amenazar todo el equilibrio terrestre. «Se estima que (29075) 1950 DA tiene un diámetro comprendido entre 1 y 2 kilómetros, y es un objeto cuya órbita se conoce con mucha precisión, ya que se ha estado observando durante casi 70 años (se descubrió en 1950). Debido a su tamaño, un impacto podría producir una devastación global , por lo que se le considera uno de los objetos más peligrosos identificados hasta el momento».
La NASA ha estimado que un encuentro mucho más cercano tendrá lugar el 16 de marzo del año 2880 , «aunque la probabilidad de impacto en esa ocasión se estima que sería del orden del 0,012%», afirma Madiedo. «Los cálculos más pesimistas elevan esta probabilidad de impacto a un 0,33%, valor que sigue siendo muy bajo».
Planes alternativos
Pero, aún si las peores predicciones se cumplen, aún hay esperanza. Varias agencias espaciales han propuesto diferentes planes para salvar a la Tierra . Por ejemplo, la misión DART , de la NASA, probará chocar una nave contra el sistema de asteroides Didymos para ver cuánto podría desviar este tipo de cuerpos. Por su parte, China ha propuesto enviar varios de sus enormes cohetes Long March V para cambiar la trayectoria del propio Bennu.
«Son muchas las propuestas que se han realizado para poder desviar a un asteroide y evitar así una colisión contra nuestro planeta. La opción técnicamente más viable hoy en día es la que se ensayará en el marco de la misión DART. La idea en principio es sencilla, pero un fallo en una misión espacial de este tipo nos impediría conseguir el objetivo buscado», afirma Madiedo. En cuanto a la estrategia ideada por el Centro Nacional de Ciencias Espaciales de China, resalta que es « mucho más complicado y costoso que la estrategia definida por la misión DART », si bien «en caso de que fallase alguno de los cohetes, aún podría conseguirse desviar el asteroide si el resto de ellos impactase contra el objeto».