Un jardín Zen en la superficie de Titán

A veces, en efecto, nos encontramos con escenas que, de algún modo, nos resultan familiares . Observemos, por ejemplo, esta fotografía. Muestra una sucesión de rayas oscuras, talladas primorosamente en dunas y que nos recuerdan a las que podríamos ver desde el aire en cualquier playa de la Tierra, o incluso a las armoniosas líneas de un jardín Zen japonés.

Pero no es la Tierra lo que se aprecia en la imagen, sino un detalle de la superficie de Titán, una de las lunas más enigmáticas de Saturno . Se trata de una imagen de radar obtenida por la sonda Cassini, y a pesar de las extraordinarias similitudes con nuestro planeta, alberga enormes diferencias.

La arena de nuestras playas, por ejemplo, se compone principalmente de silicatos. La de Titán , aunque aparentemente idéntica, está formada de pequeños granos de materiales orgánicos que tienen, eso sí, las mismas dimensiones que nuestros granos de arena. Su pequeño tamaño es, precisamente, lo que permite que se formen estas líneas tan armónicas y fluidas sobre sus dunas.

Igual que en la Tierra, estos granos de arena extraterrestre son arrastrados por los vientos sobre la superficie del satélite de Saturno. No se trata de vientos muy rápidos ni fuertes (de apenas un metro por segundo), pero sí que son constantes y soplan en diferentes direcciones según cual sea la época del año. Vientos estacionales que, igual que aquí, hacen que la "arena" de Titán se vaya acumulando en determinados lugares a lo largo del tiempo.

Resulta sorprendente para los científicos cómo Titán tiene tantas cosas parecidas a la Tierra. Desde que la Cassini llegó a Saturno en el año 2004, los investigadores están estudiando las similitudes entre Titán y nuestro mundo, explorando sus dunas, sus canales, sus lagos de etano y metano líquido esparcidos por toda su superficie.

Patrones, todos, que nos resultan tremendamente familiares y que nos hacen ver en Titán la imagen de nuestra Tierra tal y como debió ser en su juventud, en una época muy lejana, hace miles de millones de años.

Esta nueva imagen, obtenida por el radar de la Cassini el 10 de julio del año pasado, es por ahora la de mayor detalle que tenemos de la superficie de Titán. Otras mejores llegarán en el futuro y nos irán desvelando hasta qué punto este lejano mundo helado se parece al nuestro. Y quizá, lleguemos a saber si en sus océanos subterráneos existe, como en los nuestros, la vida.