Desvelan el misterio de la tormenta gigante de Saturno

En esa ocasión, la nave espacial Cassini de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) pudo obtener imágenes de muy alta resolución de la gran estructura meteorológica. La tormenta se desarrolló a partir de una pequeña nube blanca brillante en las latitudes medias del hemisferio norte del planeta, creció rápidamente y p ermaneció activa durante más de siete meses durante los cuales generó una amalgama de nubes blancas que se expandieron hasta formar un anillo nuboso y turbulento con una extensión de miles de millones de kilómetros cuadrados .

Como es lógico, el fenómeno captó la atención de científicos de todo el mundo . Hace dos años, un equipo de investigadores españoles presentó un estudio sobre la tormenta que fue portada en la prestigiosa revista Nature el 7 de julio de 2011. Ahora, los investigadores de la Fundación Observatorio Esteve Durán-Instituto de Ciencias del Espacio de Cataluña, el Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco (UPV) y la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid han publicado un nuevo trabajo, este en Nature Geoesciences , que desvela los secretos ocultos del fenómeno , estudiando al detalle «la cabeza» o «foco» de la Gran Mancha Blanca.

Los astrónomos analizaron las imágenes tomadas por la Cassini para medir los vientos en la cabeza de la tormenta, donde se origina la actividad. En esta región, la tormenta interactúa con la atmósfera en circulación, formando vientos muy intensos de 500 km por hora . «No esperábamos una circulación tan violenta en esa región, lo cual es un síntoma de la particularmente violenta interacción entre la tormenta y la atmósfera del planeta», comenta Enrique García Melendo, del Instituto de Ciencias del Espacio. Esas nubes de tormenta se encuentran a 40 km sobre las propias nubes del planeta.

Inyección de energía

El grupo también realizó modelos matemáticos capaces de reproducir la tormenta en un ordenador, encontrando una explicación física al comportamiento de la tormenta y a su gran duración. Los cálculos muestran que e l foco de la tormenta está profundamente arraigado, a unos 300 km por encima de las nubes visibles. La tormenta transporta enormes cantidades de gas húmedo en vapor de agua a los niveles más altos del planeta, formando nubes visibles y enormes cantidades liberadoras de energía. Esta inyección de energía interactúa violentamente con el viento dominante de Saturno para producir vendavales de 500 km por hora.

Además de la curiosidad de conocer los procesos físicos que subyacen a la formación de estas tormentas gigantes de Saturno, el estudio de estos fenómenos permitirá a los científicos mejorar su conocimiento de los modelos empleados en la investigación de la meteorología y el comportamiento de la atmósfera de la Tierra , en un lugar muy diferente e imposible de simular en un laboratorio. «Las tormentas de Saturno son, en cierto modo, un banco de pruebas de los mecanismos físicos que subyacen a la generación de fenómenos meteorológicos similares en la Tierra », afirma Agustín Sánchez Lavega, director del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV.

Simulación por ordenador de la tormenta de SaturnoUPV