Barcelona quiere culturizar La Rambla
El Ayuntamiento impulsa un plan de usos que limita la apertura de locales de ocio y restauración y potencia los comercios que promuevan la industria cultural
Barcelona quiere culturizar La Rambla
Menos bares, hoteles y restaurantes y más librerías de arte. En suma: menos ocio y más cultura para reactivar el atractivo de una de las arterias más concurridas de Barcelona y convertirla en algo más que una barra libre de comida y bebida para ... turistas. Esa es la idea que persigue el Ayuntamiento de la capital catalana, que quiere fomentar la instalación de comercios que promuevan la industria cultural y, al mismo tiempo, limitar la apertura de albergues, hoteles, bares, restaurantes y locales de ocio, según la concejal del distrito de Ciutat Vellà, Mercè Homs. Esta limitación es la principal novedad del plan de usos de la Rambla, cuya aprobación inicial se ha acordado con el PSC y que se aprobará definitivamente tras el verano.
La intención del gobierno municipal es que en la Rambla se instalen negocios que tengan un valor añadido de ámbito cultural, entre los que Homs cita «galerías de arte y tiendas de instrumentos musicales y discos». En la actualida, la Ramblad de Barcelona cuenta con comercios como Casa Beethoven y Musical Emporium, que venden instrumentos musicales, y la librería y quiosco Freetime, además del Palau Moja, que acoge dependencias de la conselleria de Cultura de la Generalitat. A la hora de abordar nuevas proyectos o comercios, las galerías de arte, librerías y tiendas de música podrían tener una zona de bar, pero no podrían vender otros productos que no sean los establecidos en su especialidad.
Si se quisiera abrir un nuevo hotel en la Rambla, las habitaciones no podrían superar el 60% del edificio y tener un máximo de 100 plazas, algo que en la práctica representa que no podrá crecer la oferta hotelera que hay en esta vía. En cuanto a los bares y restaurantes, el consistorio pretende fomentar las actividades de calidad, y sólo podrán abrir nuevos locales de restauración si cierra algún negocio de los que operan en la actualidad.
En cuanto a las limitaciones, se prohíben los establecimientos de venta de platos preparados, no se podrán abrir nuevos locales de ocio nocturno a menos que no se trasladen los actuales, que deberán estar en calles con un ancho superior a los siete metros. El plan también regula la zona del mercado de la Boqueria y también la plaza Reial, y en la actualidad, en todas estas zonas se ubican una cuarentena de hoteles, casi un centenar de bares y restaurantes y ocho locales de ocio nocturno.
Solo una de cada cuatro personas que duerme en la Rambla es vecino de esta vía, y en total, hay casi 4.000 plazas hoteleras, frente al millar de barceloneses que están empadronados en esta calle.
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