Floristas en pie de guerra
La mayoría de los puestos de La Rambla proponen dedicar parte del espacio a "souvenirs"
EP
El presidente de la asociación de floristas de La Rambla de Barcelona, José Moya, ve coacciones del Ayuntamiento hacia el colectivo, después de que el consistorio, presidido por Xavier Trias, les haya prohibido la venta de "souvenirs" a partir del próximo 15 de octubre.
Moya ... ha criticado que el Distrito de Ciutat Vella tiene "más fijación" por las floristas y los vendedores de aves, a pesar de no depender del Distrito sino de Mercados. La relación entre floristas y el consistorio se ha tensado en las últimas semanas, sobre todo porque quieren que los puestos solo vendan recuerdos diseñados por la Escuela Massana de Arte, a un precio superior al de los "souvenirs" que actualmente venden las floristas.
Moya ve coacciones por parte del consistorio, que inspeccionó los puestos el 12 de septiembre sin que los vendedores se dieran cuenta, una semana antes de que las floristas comunicaran que no asistirían a una reunión el 20 de septiembre. Dicha reunión trataría sobre la remodelación de los puestos que quiere pagar el consistorio, pero los vendedores justificaron su ausencia añadiendo que antes quieren resolver qué pueden vender y qué no.
La limitación municipal es rechazada por 13 de los 16 puestos, ya que consideran que los recuerdos diseñados por la Massana están "fuera de la realidad de La Rambla", además de ser más caros. Y es que la venta de "souvenirs" más baratos representa el 50-70% de la facturación. De los tres puestos restantes,uno no opina al respecto, uno acepta vender "souvenirs" de la Massana pero entiende las quejas de sus compañeros (la expresidenta del colectivo, Carme Romero) y otro rechaza los recuerdos.
Los 13 vendedores reacios al plan municipal, asegura Moya, solo viven de lo que obtienen de los puestos. Por eso han registrado una petición ante el consistorio para cambiar la ordenanza de 1969 y poder dedicar el 20% del espacio (1,5 metros cuadrados) a vender "souvenirs". Dicha ordenanza de 1969 ya permite a quioscos de prensa el 20% del espacio para vender recuerdos de la ciudad. Las floristas piden lo mismo, pero dedicando la mitad del 20% a los recuerdos a bajo coste y la otra a los del consistorio.
Por ahora, las floristas compaginan la venta de flores con "souvenirs" (imanes, bisutería o peluches en forma de flor) a un precio de entre 1 y 5 euros. En cambio, el Ayuntamiento propone vender los recuerdos a entre 6 y 20 euros, según Moya. "Son demasiado caros y no se adecuan a la demanda del turista que viene a Barcelona, que es de producto a bajo coste", ha defendido. Ha añadido que las floristas no quieren perder la esencia de las flores, pero tampoco morir. Por su parte, lo que propone el consistorio son "souvenirs" exclusivos para estos puestos bajo la marca de la "Rambla de les Flors".
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