Ángela Fernández, psicóloga, sobre por qué siempre nos ponemos en lo peor: «La incertidumbre genera ansiedad y una gran sensación de pérdida de control»

Esta profesional ha hablado del «sesgo de negatividad» y de la «aversión a la incertidumbre» como las claves para entender qué lleva a las personas a pensar en negativo.

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Ángela Fernández, psicóloga, sobre por qué siempre nos ponemos en lo peor: «La incertidumbre genera ansiedad y una gran sensación de pérdida de control»

«Tu cerebro siempre va a preferir ponerse en lo peor antes de no saber qué va a pasar». Así comienza la psicóloga Ángela Fernández ha compartir qué hay tras una costumbre muy humana: pensar siempre que va a ocurrir lo que menos queremos ... que suceda. La terapeuta ha señalado como 'culpables' al «sesgo de negatividad o la aversión a la incertidumbre», algo que se produce por un claro motivo. Para entenderlo hay que ir al pasado, a un tiempo muy anterior: «El cerebro humano está diseñado esencialmente para sobrevivir, no para ser feliz, porque el ser humano en todo momento tenía que saber qué iba a ocurrir para protegerse de los peligros. Por lo tanto, tenía que ponerse en lo peor para protegerse de los peligros».

Fernández ha puesto un ejemplo claro, con una referencia a la antigüedad, a la prehistoria: «Tenían que pensar que si se movía un arbusto, detrás de ese arbusto había un depredador y esto hacía que se pusieran en marcha un montón de estrategias físicas y de recursos cognitivos para defenderse y sobrevivir».

Otra de las razones que esgrime esta psicóloga para que se comprenda qué hay tras ese instinto de «ponerse en lo peor» es que «el cerebro necesita en todo momento sentir que tiene el control, ya que la incertidumbre genera ansiedad y una gran sensación de pérdida de control». De ahí frases que las personas suelen decir, como «prefiero ponerme en lo peor» porque así ya «estoy preparado para lo que venga».

El cerebro y su «modo de vigilancia constante»

Ángela Fernández ha continuado poniendo el foco en el «sesgo de negatividad» para transmitir cómo «el cerebro siempre va a dar más peso emocional a las experiencias negativas». Se trata de «un modo de vigilancia constante». Para quien se pregunte el porqué eso no ha cambiado en la sociedad en la que vivimos, con mayor seguridad y sin tener que pelear contra ataques de animales salvajes u otros peligros propios de ese pasado tan lejano, esta psicóloga ha referido que «el cerebro percibe como amenazas, como si fueran leones o depredadores», situaciones cotidianas como una reunión con el jefe, un enfado con un amigo o «cuando tienes que entregar un trabajo muy importante».

El consejo de la psicóloga para llevar el vacío

Para terminar su intervención, ha dado un consejo a quienes quieran aprender a gestionar esas situaciones de otro tipo: «Aprender a separarnos de nuestra mente, separarnos de los pensamientos y cuestionar los negativos. Dejar espacio a la incertidumbre nos permitirá prepararnos para amenazas».

Ángela Fernández ha terminado diciendo que «el cerebro no busca lo que es mas sano para ti, ni lo que te va a hacer más feliz». Lo que ocurre es que «dejas de vivir y empiezas a sobrevivir», ha sentenciado Ángela Fernández.

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