BDSM

Aunque el desconocimiento ha hecho que algunas personas lo consideren prácticas perversas en las que el dolor es protagonista, la realidad es que se trata de juegos sexuales en los que la confianza, el conocimiento mutuo y la comunicación son imprescindibles dado que tienen normas claras que se establecen previamente bajo consentimiento explícito . Además, hay diferentes intensidades y cada persona debe conocer sus límites y hacerlos saber a su pareja sexual para que el BDSM sea siempre fuente de placer. En cualquier caso, la base siempre es el acuerdo libre, pleno e informado de todos sus participantes.

Si bien la sensación más conocida en el BDSM parece ser el dolor, esta práctica va mucho más allá ya que se enfoca en el placer que se alcanza al enfocarse en sensaciones como el poder o el control. Solo el sadismo y el masoquismo implican directamente el dolor como vía de excitación.

Lo cierto es que el BDSM está presente, en diferentes intensidades, en muchas relaciones sexuales sin que quienes las practican lo sepan ya que es fácil que las parejas ejerzan juegos de dominación o utilicen algún tipo de atadura, venda o incluso esposas para enfocarse en las sensaciones de forma más intensa.

Significado de las siglas:

BONDAGE : De origen francés, se basa en la inmovilización.

DISCIPLINA : Normas y hábitos a las que se tiene que adaptar un sumiso en su adiestramiento. Puede incluir castigos.

DOMINACIÓN : Es el papel que desempeña quien toma el control ante la parte sumisa.

SUMISIÓN : Compañero del dominante, ejerce este rol desde la total libertad durante la sesión de placer.

SADISMO : Se trata de sentir placer al infligir dolor físico o psíquico al otro.

MASOQUISMO : Se obtiene el placer mediante el dolor propio, también psíquico o físico.