Congestión muscular

La razón de por qué se produce este hecho es sencilla: los músculos se congestionan porque la sangre se distribuye desde otras zonas del cuerpo hacia el músculo que está trabajando, porque ese es el que más la necesita. Al contraer los bíceps en un curl, por ejemplo, nuestras fibras y vasos sanguíneos retienen tres compuesto útiles: sangre, agua y otros bioproductos, como ácido láctico.

Esta estrategia de aumento momentáneo del volumen es comúnmente utilizada por numerosos culturistas justo antes de salir a competir. Su forma de proceder es realizar varias contracciones intensas para que su sangre bombee al músculo y así salir a escena con más sensación de «inflados». Normalmente esto se realiza en músculos del brazo; bíceps y tríceps, y es cierto que a los pocos minutos de finalizar el entrenamiento, esta sangre sale del músculo y vuelve a su volumen original. Sin embargo, numerosos culturistas tienen la opinión de que este efecto que en realidad es momentáneo produce una hipertrofia duradera, así que vuelven a realizar unas series extras. Sin embargo esto tan solo consigue agotar al músculo e impedir su recuperación.