Lo que debes revisar antes de comprar un sujetador deportivo

¿Sabes que casi la mitad (44%) de las mujeres que practica deporte no utiliza sujetador adecuado y, simplemente, lleva cualquier modelo de lencería normal? Aros que se clavan, material que no sujeta correctamente o tirantes que se incrustan en los hombros nunca son aconsejables, pero su presencia durante los entrenamientos tiene consecuencias aún peores y pasa factura. Hasta un 72% de esas mujeres asegura tener molestias y dolor en el pecho después de haberse ejercitado sin la debida sujeción.

Jessica Romero, corredora de montaña y colaboradora de Shock Absorber, marca experta en sujetadores deportivos, indica que el sujetador deportivo es una «prenda vital para las mujeres en la práctica deportiva», y la elección de la prenda puede ser decisiva, bien para disfrutar de una sensación de comodidad durante el ejercicio o, por el contrario, para acabar generando malestar.

«Cada una de nosotras somos un mundo, por tanto es importante que el sujetador se adapte a nuestras necesidades personales, ya sea por el uso que le vamos a dar, tamaño, peso, o por las características de nuestro propio pecho», dice la experta. Si, además, es un sujetador que estéticamente nos gusta y es cómodo para llevarlo como prenda única, «mucho mejor».

Antes de escoger uno u otro sujetador deportivo , Jessica Romero recomienda seguir los siguientes consejos y así garantizar no solo una buena compra, sino un buen uso.

En primer lugar lo que hay que tener en cuenta es que sea transpirable y de secado rápido . «En mi caso, soy corredora en montaña, y este es uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un sujetador», dice, asegurando que es una persona que suda bastante y que se expone a cambios climatológicos constantes, que pueden ser lluvia, calor, frío... La continua fricción que genera el movimiento, si la prenda no transpira bien, no estáfabricada con el material adecuado o no seca con rapidez y se mantiene mojada, al estar en contacto directo con la piel, acaba generando en la mayoría de los casos «irritaciones y rozaduras», que no son para nada agradables.

«Siempre ha sido uno de mis grandes problemas. Me ponía vaselina, pero al cabo de las horas, desaparecía y se me generaban unas heridas importantes. Me pasaba con muchos sujetadores hasta que probé Shock Absorber. Después desapareció el problema, así que con ellos me quede, además de generarme otros beneficios de sujeción que no había dado importancia hasta que lo probé», cuenta la corredora.

En segundo lugar habría que destacar que permite una sujección adecuada a cada pecho y actividad: «No todas las actividades deportivas precisan de la misma sujección, así que creo que es importante este aspecto a la hora de elegir un sujetador deportivo», dice. Por ejemplo, para hacer yoga no tenemos el mismo impacto que corriendo ya que es una actividad más relajada, con lo cual, a priori, no necesitaremos la misma sujeción.

«Es importante tener este factor en cuenta a la hora de elegir nuestro sujetador deportivo para evitar que se mueva lo menos posible y acabe cayendo, incluso que nos pueda generar molestias en la práctica deportiva por el propio movimiento», aconseja. No obstante, no quiere decir que no podamos usar un sujetador con más sujeción para deportes con menos intensidad ya que puede haber mujeres que tengan mucho pecho y que necesiten de una buena sujeción siempre.

Pero si todo esto no te parece suficiente para comenzar a mirar minuciosamente el sujetador deportivo que vamos a comprar, existe un factor muy destacable: el ligamento de Cooper , encargado de la sujeción de la glándula mamaria. Si no elegimos el sujetador adecuado, el impacto y continuo movimiento sin una buena sujeción que lo reduzca o evite, puede generar que estos ligamentos se rompan. Al no ser un músculo, el pecho está sujeto por la piel y estos ligamentos. Si se rompen, el pecho cae.

Al practicar deporte sin usar un sujetador adecuado, la oscilación del pecho puede ser de hasta 14 cm con cada movimiento, dependiendo de la talla y la copa , lo que puede terminar por dañar de forma irreversible los ligamentos de Cooper.