Blinis sin gluten con paté de berenjena: la receta del aperitivo perfecto

Comenzaremos por precalentar el horno durante 10 min a 180 ºC o bien durante 3 la airfryer a la misma temperatura. Partimos a la mitad las berenjenas retirando el tallo , aplicamos unos cortes en la parte blanca, salpimentamos, colocamos un hilo de aceite de oliva virgen extra y procedemos a asarlas durante el tiempo necesario hasta que la pulpa esté blanda.

Si tenemos llama como en las cocinas de butano es ideal quemar la piel de la berenjena directamente en el fogón y luego dejar que se enfríe antes de retirarla.

Colocaremos la pulpa en un recipiente y dejaremos reposar para después escurrir en el caso de que haya soltado mucho jugo.

Unimos el zumo de limón, la sal, la pimienta y el aceite de oliva. Si la pulpa está muy blanda podemos simplemente mezclar para integrar todos los ingredientes o triturar con batidora durante unos segundos hasta obtener un paté fino. Agregamos unas hojas de perejil finamente picadas y reservamos en el frigorífico hasta que lo vayamos a consumir.

Mientras tanto preparamos la masa para blinis que en este caso vamos a preparar sin gluten. Comenzamos por añadir el huevo a un bol, los dos tipos de harina, la sal, el vinagre de manzana y el polvo de hornear. Mezclar con la ayuda de unas varillas e ir incorporando poco a poco la bebida vegetal sin azúcar hasta obtener una masa uniforme y cremosa.

Dejamos reposar unos 5 minutos y calentamos una crepera a fuego medio. Pinceladas con mantequilla, aceite de oliva o coco y vamos dejando caer una cucharada de masa por cada blini. Estarán cocinados por la primera cara cuando veamos burbujas en la superficie, en ese momento damos la vuelta y doramos por la segunda cara durante unos segundo más y retiramos a una bandeja.

Preparamos cada blini untando una cucharadita de ricotta y a continuación una cucharada de paté de berenjena, terminando con una hoja de perejil fresco. ¡Y a disfrutar!