Hazte premium Hazte premium

ABC Bienestar para ALDI

El congelador, tu aliado: ideas para sacar el máximo partido a los alimentos congelados

Guía para aprovechar al máximo este método de conservación para que los alimentos no pierdan propiedades nutricionales ni organolépticas

ABC Bienestar para ALDI

La falta de tiempo para cocinar o para ir a la compra no es una excusa para comer rico y sano si aprendemos la técnica para convertir el congelador en una despensa saludable. Planificar los menús semanales optando por la compra de verduras, carnes o pescados congelados o incluso comprar en el supermercado una buena cantidad de alimentos frescos para después organizarlos en el congelador en función de los platos que vayamos a preparar y de cuándo los vayamos a consumir no solo es una ayuda para comer sano, sino que además permite ahorrar dinero, tiempo y evitar el desperdicio alimentario , según proponen los expertos de ALDI.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que para sacar el máximo partido a los alimentos congelados debemos proteger la cadena de frío porque solo así podrán conservar todas sus propiedades. Así, desde la Plataforma del Congelado aconsejan utilizar bolsas isotérmicas para transportar los congelados de la tienda a casa, tener en cuenta las fechas de caducidad marcadas en los envoltorios y recordar que productos no pueden volver a congelarse una vez que se hayan descongelado.

Pero además para que este método de conservación afecte lo menos posible a las características organolépticas de las preparaciones (sabores, aromas, texturas) debemos atender especialmente al proceso de descongelación.

La mejor fórmula para las carnes y pescados consiste en descongelar lentamente. Por eso lo ideal es pasar del congelador al frigorífico y no debe hacerse a temperatura ambiente.

Los mariscos, las verduras y las hortalizas, por su parte, pueden hervirse sin ser descongelados previamente.

Con respecto a las verduras los expertos de la ASEVEC (Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados) aseguran que aún persisten algunas ideas equivocadas sobre su calidad y su conservación. Por eso aclaran, por un lado que las verduras ultracongeladas tienen las mismas (o incluso aportan más) propiedades nutricionales que las frescas, conservan su sabor y su textura al cocinarlas y que están libres de aditivos y conservantes. Y, por otro lado, también aclaran que no es necesario consumir todo una vez que hemos abierto la bolsa del producto pues se puede consumir una parte y conservar el resto en el congelador para tomarlo en otra ocasión.

Otro recurso práctico puede ser comprar las verduras precocidas al vapor y congeladas, pues eso permite disfrutar de ellas con un mínimo golpe de sartén, de microondas o echándolas en un guiso o potaje directamente.

En cuanto a la descongelación del pan, lo ideal es dejarlo a temperatura ambiente envuelto en un trapo limpio. Si tenemos prisa, se puede usar la tostadora o el microondas, aunque en este caso debemos ir programando cada 30 segundos para probar el punto que queremos o bien dar un primer golpe de calor para que pierda frío, pero luego debemos dejar que se vaya descongelando de forma natural.

Cómo congelar correctamente los productos frescos

A la hora de congelar cada tipo de alimento debemos seguir indicaciones específicas según el tipo de alimento.

Las verduras son alimentos ricos en agua por lo que, para evitar que se puedan crear cristales de hielo durante la congelación resultará útil realizar un escaldado previo, durante dos minutos. Después de ese tiempo se cortan y se congelan.

A la hora de cocinar las verduras, si no se van a descongelar previamente, es más aconsejable prepararlas al vapor o cocidas, aunque también se pueden saltear con un poco de aceite.

En el caso de las frutas se deben lavar bien, secar, pelar, quitar los corazones y las semillas, cortarlas en trozos y congelar en recipientes o bolsas que incluyan un cierre hermético. Algunas frutas como el plátano, los frutos rojos y el mango toleran mejor este proceso y los resultados son mejores.

Con respecto a la congelación de carnes y pescados frescos se aconseja guardarlos en raciones individuales pues de esta manera no nos veremos obligados a descongelar todo el lote aunque solo queramos una ración o un par de raciones. En el caso concreto del pescado es aconsejable guardarlo para congelar una vez que estén limpios de vísceras y sin espinas. En cuanto a la carne lo ideal es eliminar las grasas antes de congelarlas porque pueden enranciar el producto.

Además en todos los casos, pero especialmente cuando nos referimos al pescado y a la carne, el envasado debe ser lo más hermético posible para asegurar la conservación y evitar que coja olores y sabores de otros alimentos El pan también se puede congelar en rebanadas pues el resultado es bueno si después se pasan ligeramente por la tostadora o por la sartén antes de consumir.

Además de disponer de recipientes aptos, con cierres herméticos y de diferentes tamaños, deben etiquetarse siempre los alimentos y las preparaciones indicando el contenido y la fecha en la que fueron preparados y/o congelados.

Los alimentos que no conviene congelar

Aunque es posible congelar casi cualquier alimento lo cierto es que en el caso de algunos productos el resultado final no suele ser satisfactorio. Estas son algunas claves que pueden resultar útiles:

- Los huevos no deben congelarse con cáscara pues se romperán al aumentar su volumen.

- Lo que sí se puede hacer es congelar con las claras y las yemas separadas en distintos recipientes o bien congelar una vez batidos.

- Alimentos como el tomate, la lechuga o el pepino perderán parte de su textura y no resultarán agradables cuando los consumas.

- En cuanto a los alimentos ricos en grasas como el queso es probable que adquieran un sabor rancio y que se rompan en pedazos cuando los intentemos cortar una vez descongelados.

- El contenido en almidón de la patata hace que cambien su textura con el congelado y pierdan consistencia. Y lo mismo sucede con las pastas y los arroces que, a pesar de poder congelarse, pierden su textura y no resultan después igual de agradables al paladar.

- En cuanto a las salsas que incluyan mayonesa o nata es probable que se corten tras la congelación.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación