Los combustibles fósiles recibieron 12,2 millones de euros por minuto en 2022 en ayudas

Una cifra récord que ha aumentado en cerca de 2 billones de euros, mientras que, apunta el estudio, las ayudas explícitas al sector han pasado de 0,5 billones a 1,3 billones. «Esto es debido a los subsidios temporales relacionados con la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania», apuntan los expertos del FMI. «Esperamos que retrocedan desde sus niveles máximos», añaden.

A pesar de las alertas de los diferentes organismos internacionales sobre la crisis climática que amenaza el planeta y los continuos avisos de superación de récords de temperatura en diferentes puntos del planeta, el grifo de ayuda a los sectores más contaminantes no se ha cerrado. «Estos subsidios son el equivalente al 7,1% del PIB mundial», denuncia la organización presidida por Kristalina Giorgieva. «Eso es más de lo que los gobiernos gastan anualmente en educación (4,3% sobre el total) y alrededor de dos tercios de lo que gastan en atención médica (10,9%)», añaden.

«El consumo de combustibles fósiles impone enormes costos ambientales, principalmente debido a la contaminación del aire local y los daños causados ​​por el calentamiento global», advierte el FMI. El pasado 2022, según datos de la National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos, los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera «continuaron sus concentraciones históricamente altas».

El incremento de la concentración de CO2 aumentó en 2022 en 2,13 partes por millón (ppm) a 417,06 ppm, aproximadamente la misma tasa observada durante la última década. De hecho, el CO2 atmosférico es ahora un 50% más alto que los niveles preindustriales. «El año 2022 fue el 11º año consecutivo de CO2 aumentó en más de 2 ppm, la tasa sostenida más alta de CO2 en los 65 años transcurridos desde que comenzó su control», apuntan sus estadísticas.

El FMI estima que eliminar los subsidios explícitos e implícitos a los combustibles fósiles evitaría 1,6 millones de muertes prematuras al año, aumentaría los ingresos del gobierno en 4,4 billones de dólares y encaminaría las emisiones hacia el logro de los objetivos de calentamiento global.

En 2009, el G20 acordó eliminar los subsidios «ineficientes» a los combustibles fósiles, mientras que en la pasada COP26 celebrada en Glasgow en 2021, bajo el pacto que lleva el nombre de esta ciudad escocesa, se acordó suprimir gradualmente toda ayuda a este sector.

Por regiones, Asia oriental y el Pacífico representan casi la mitad de las ayudas públicas mundiales. «China, seguido de Estados Unidos, Rusia, la UE e India son los grandes financiadores de los combustibles fósiles», puntualiza el FMI. Unos datos que se corresponden con los grandes emisores de gases de efecto invernadero que coinciden con estos nombres.

España también es uno de los 170 países señalados por el organismo internacional como financiador de los combustibles fósiles. Según estos datos, el gobierno de la nación destinó 24.569 millones de euros al petróleo, al carbón y al gas natural, un 25% más que en 2021.

Por combustible, el gas natural es el que más ayudas públicas recibió el pasado ejercicio hasta alcanzar los 6.869 millones de euros, un 11,4% más que los doce meses precedentes.