país vasco
Cuando ETA trazó a Zapatero la «hoja de ruta» hacia la claudicación
Se cumplen hoy ocho años de la oferta de Anoeta en la que la ilegal Batasuna propuso la constitución de dos mesas para imponer la independencia y la amnistía
j. p.
El domingo, 14 de noviembre de 2004, con el Velódromo de Anoeta, en San Sebastián, abarrotado de simpatizantes de Batasuna, Arnaldo Otegi se jactaba de que se estuviera celebrando «un acto ilegal, de una formación ilegal y con un portavoz ilegal» . Efectivamente, la ... coalición proetarra, pese a estar fuera de la Ley, pudo desarrollar el mitin con la impunidad que le otorgó entonces el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero .
La denominada «oferta de Anoeta» proponía la constitución de dos mesas: una «técnica» integrada por el Gobierno y ETA para hablar de las «consecuencias del conflicto», esto es, «paz por presos»; y otra «política», en la que los partidos políticos vascos deberían abordar la cuestión de la independencia. La trampa radicaba en que en este segundo foro estaría presente la propia banda terrorista a través de Batasuna. Además, por primera vez, la «izquierda abertzale» planteaba el tema de las víctimas. Nueva trampa, porque pretendía incluir a «todas las víctimas» habidas como consecuencia del «conflicto», esto es, también a los etarras que murieron al explosionarles la bomba con la que buscaban una matanza.
La «oferta de Anoeta», inspirada en las conversaciones que desde unos años antes mantenían Arnaldo Otegi y el presidente del PSE, Jesús Eguiguren , acabaría siendo la «hoja de ruta» seguida entre ETA y el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero a lo largo del mal llamado «proceso de paz» , hasta que en diciembre de 2006 la banda lo dinamitó con el coche bomba que hizo explosionar en la T-4 de Barajas.
Llamamiento a la desesperada
Hoy, ocho años después, la «oferta de Anoeta» es papel mojado en un escenario carecterizado por una ETA en fase terminal debido a su debilidad operativa, y por la firmeza del Gobierno de Rajoy que por activa y por pasiva reitera que no habrá negociación. La reciente intervención de los excabecillas de la banda «Mikel Antza» y «Anboto» durante el juicio que se sigue contra ellos en París, recordando que la «delegación de ETA lleva meses esperando para entablar una negociación» demuestra la desesperación de una banda a la deriva.
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