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Mo Yan: «Escribir es la manera más libre y poderosa de expresarme»

El recién nombrado Nobel de Literatura se refugia en su aldea natal para huir de los periodistas que lo acosan y «estar con los pies en la tierra»

Mo Yan: «Escribir es la manera más libre y poderosa de expresarme» AFP

PABLO M. DÍEZ

Para ser un escritor que firma bajo el pseudónimo Mo Yan , que en mandarín significa algo así como “no hables” o “abstente de hacer comentarios”, el último premio Nobel de Literatura tiene mucho que decir. Y más ahora que se ha convertido en el primer autor chino en recibir tan prestigioso galardón sin estar en el exilio, como Gao Xingjian hace doce años, o en la cárcel, como el disidente Liu Xiaobo, que obtuvo el Nobel de la Paz en 2010. Frente a sus antecesores, cuyos nombramientos irritaron al autoritario régimen de Pekín, la Academia sueca ha querido reconocer el ascenso de China como superpotencia que está cambiando no solo la economía mundial, sino también la sociedad y la cultura.

Famoso gracias a novelas como “Sorgo rojo”, llevada al cine en 1987, Mo Yan también ha sido criticado por otros disidentes, como el artista Ai Weiwei o y el escritor Ma Jian, por no romper una lanza a favor de los perseguidos en China por sus opiniones políticas. El autoritario régimen de Pekín, que en años anteriores había criticado duramente al Comité Nobel, intenta ahora apropiarse de la figura de Mo Yan para convertirlo en un héroe nacional.

Sin embargo, sus libros destacan por una fuerte crítica social que se inspira directamente en los pueblos que lo vieron crecer y pasar hambre. Nacido en 1955 en la provincia oriental de Shandong, en el seno de una familia de campesinos, Mo Yan pertenece a esa “generación pérdida” de chinos que tuvo que dejar los estudios para trabajar en una fábrica durante la infame “Revolución Cultural” (1966-76) de Mao Zedong. Precisamente allí, en su aldea de Gaomi, se ha refugiado para huir de los medios que lo acosan desde ayer y “estar tranquilo con el fin de escribir encerrado en mi habitación”, señaló a la televisión estatal CCTV. Con su habitual humildad, se declaró “muy alegre y sorprendido” por el premio, que no se esperaba porque “mi estatus no es tan elevado como el de otros autores chinos”.

Con 20 años, Mao Yan ingresó en el Ejército Popular de Liberación, donde empezó a escribir sus primeros relatos a principios de los 80 ante la mirada inquisitiva de sus superiores. Tras ser nombrado profesor de Literatura en la Academia Cultural del Ejército, Mo Yan alcanzó renombre mundial gracias a la adaptación cinematográfica de “Sorgo rojo”, que supuso el debut del director Zhang Yimou y de la actriz Gong Li y ganó el Oso de Oro del Festival de Berlín en 1988. Con maestría clásica, dicha obra retrata la azarosa vida de una joven que es vendida al dueño leproso de una destilería durante los violentos años de la ocupación japonesa (1931-45).

En su vida, Mo Yan ha sabido conjugar la rebeldía del escritor que habla en sus obras con la docilidad del ciudadano de a pie chino que calla en el día a día. Aunque uno de sus libros, “Grandes pechos, amplias caderas”, fue prohibido por el régimen, el autor sigue viviendo en un bloque de apartamentos del Ejército cerca del céntrico lago pequinés de Houhai. Anoche, sus uniformados vecinos recibían con sorpresa la noticia.

Los clamorosos silencios de su voz interna

En una sociedad que ha vivido bajo décadas de opresión, y donde la libertad de expresión es todavía un derecho por conquistar, la literatura de Mo Yan nace de los clamorosos silencios de su voz interna. “Siento que escribir es la manera más libre y poderosa de expresarme porque tengo mucho que decir. Y es también la mejor forma de contar mi historia”, explicó en una entrevista telefónica a la Academia sueca, que lo ha elegido por su capacidad para combinar “los cuentos populares, la historia y lo contemporáneo con un realismo alucinante”.

Influido por la ironía social de Lu Xun, el padre de la Literatura china contemporánea, el realismo mágico de Gabriel García Márquez, y autores occidentales como William Faulkner, Mo Yan ha cultivado un fino sentido del humor, bastante negro y kafkiano a veces, en títulos como “La vida y la muerte me están desgastando” y “Grandes pechos, amplias caderas”, ambos publicados en español por Kailas.

Al contrario que Liu Xiaobo, entre rejas por liderar la “Carta 08” por la democracia, Mo Yan podrá recoger el premio Nobel en Estocolmo el próximo mes. Mientras tanto, y aislado del ruido mediático y político que ha desatado el galardón, lo celebra tomando “dumplings” caseros con su familia en la aldea que inspiró sus obras.

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