Hollande trata de blindarse ante los escándalos de corrupción en el Partido Socialista

François Hollande , candidato socialista a la presidencia de la República, ha impuesto un vigoroso «cordón sanitario» para intentar que las acusaciones penales contra tres jerarcas históricos del PS francés no «manchen» su campaña, a la espera que los calendarios judiciales de los escándalos no influyan en el campaña personal.

Jean-Noël Guérini , senador socialista y presidente de la poderosa federación de Bouches-du-Rhône (Marsella) está acusado judicialmente de asociación de malhechores, tráfico de influencias, cohecho y otros delitos relacionados con una tela de araña de corrupción político-económica.

A Robert Navarro , senador socialista del departamento de Hérault (próximo a España), se le acusa de haber pagado con el dinero de su influyente federación unas facturas «muy abultadas» de comilonas y «desayunos de trabajo». En el norte de Francia, el patrón de la poderosa federación socialistas de Pas-de-Calais, Jean-Pierre Kucheida , habría utilizado durante años fondos del partido para pagar viajes y «veladas gastronómicas».

Estos escándalos son sintomáticos en tanto que afectan a federaciones socialistas de reconocida importancia nacional. Durante varias décadas, las federaciones Pas-de-Calais y de Bouches-du-Rhône fueron grandes bastiones del socialismo histórico, cuyo peso fue determinante para la elección de los líderes nacionales.

Martine Aubry , primera secretaria del PS, y candidata desafortunada a la presidencia de la República, no hubiera alcanzado su puesto sin el apoyo expreso de esas dos federaciones, cuyos presidentes están hoy perseguidos judicialmente.

François Hollande espera que los jueces no hagan coincidir las filtraciones de la instrucción de esos escándalos con la recta final de la campaña presidencial, durante todo el mes de abril.