La rubia moldava del Costa Concordia: «Estoy enamorada del capitán Schettino»

Ahora Domnica Cermotan, contratada en Costa Cruceros, la naviera propietaria del Concordia, desde hace cinco años, primero como bailarina y después como azafata, aclara por qué se había embarcado en la nave si tener asignada una cabina: «Amo al capitán Schettino». En su largo interrogatorio lo ha defendido a ultranza: « Hizo todo lo posible por defender a los pasajeros . No es justo destruir su imagen. Todos lo critican».

Sin pretenderlo, c ontradice a Francesco Schettino , quien en su declaración a los jueces había precisado que en el puente de mando sólo había personas trabajando en el Concordia: «No permito a ningún extraño subir a ese puente». En cambio, la joven moldava ha sido tajante al evocar aquella terrible noche: «Sí, allí estaba yo también. Estaba en el crucero invitada por él, como su huésped».

Cabe suponer que no le hayan sentado nada bien las afirmaciones de Domnica Cermotan al capitán Schettino, casado , con una hija adolescente, que se encuentra en arresto domiciliario en Sorrento, cerca de Nápoles, acusado de homicidio culposo y abandono de la nave. Podría ser condenado a 15 años de cárcel. Aunque la mayor condena para Schettino es que su nombre se considere ya en todo el mundo como sinónimo de cobarde y que sea asociado para siempre al mayor naufragio en la historia italiana.