Sinde cambia a última hora los fondos de la Gipsoteca Nacional

La inminente decisión de la ministra de Cultura de trasladar 300 vaciados del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas a Valladolid para integrarlo en la colección del Museo de San Gregorio (que ahora volverá a denominarse Museo Nacional de Escultura) ha sido la mecha de esta polémica, en la que algunos ven fuera de lugar tomar esta decisión en el fin de mandato de Ángeles González-Sinde .

En el entorno de la Real Academia de Bellas Artes se ha acogido con disgusto la noticia de que la colección de vaciados de la Gipsoteca Nacional vaya a ser dividida para «enviar a Valladolid sólo una parte de sus fondos, pues parece que van a dejar en sus embalajes la parte arquitectónica». Lo mismo en el Campus Moncloa, donde se ve con preocupación.

El decreto por el que se reordena esta colección podría ser hecho público con el Gobierno en funciones, lo cual también ha generado críticas, dentro y fuera de la Administración. Un reciente alto cargo del Ministerio de Cultura se quejaba del cambio de denominación del Museo de San Gregorio, que según ha anunciado la ministra, volverá a llamarse Museo Nacional de Escultura . Allí habrá una sala dedicada a los yesos, que podrán ser contemplados por el público, ilustrando la cercanía del modelo clásico y la escultura española, aunque no cumplirán la labor educativa de hace décadas.

Antonio López es uno de los artistas que más ama esta colección (se formó dibujándola) y quita hierro al asunto: «Lo importante es que se vean. Son obras hermosas que cumplen la doble función de la enseñanza y el placer». El pintor recuerda con tristeza el cierre del Museo de Reproducciones Artísticas en el Casón del Buen Retiro en 1960. « Creo que la colección debería estar en Madrid, hay lugares de sobra para ello , pero lo importante es que no siga encerrada. Es magnífica para quienes tanto la amamos. Si se hace bien, no me importa».

Otros historiadores hechan en falta que la dotación presupuestaria que hoy se otorga desde Cultura para el traslado y exposición en Valladolid no se diera durante una década.