Carlota Casiraghi se estrena como chica de portada en «Vogue»

Esto sí que es empezar por todo lo alto. Acaba de cumplir 25 años y ha conseguido meterse a medio mundo en el bolsillo gracias a su saber hacer sobre el caballo y, por supuesto, a sus inigualables facciones: una boca perfecta y carnosa y unos enormes ojos de gata que irradian vitalidad.

Y es que aunque lo de la belleza le venga de familia, Carlota además tiene percha y eso es algo que ha jugado mucho a su favor a la hora de desplegar todos sus encantos posando para el objetivo magistral de Mario Testino . Este año, el mítico 'September Issue' de Vogue, en su edición francesa, cuenta en exclusiva con el primer posado de Carlota.

Esta no es la primera vez que posa para la publicación, puesto que ya se dejó fotografiar para la misma cabecera. Fue en 2010, para la homónima de Vogue en Estados Unidos, y el encargado de inmortalizarla vestida de amazona no fue otro que Mario Testino. Fotógrafo y modelo vuelven a encontrarse, esta vez con foto de portada incluida, en donde despliega todos sus encantos luciendo, como pocas, piezas exclusivas de Balmain, Isabel Marant o Gucci -firma que diseña sus equipaciones hípicas-.

Carlota está muy volcada en el mundo ecuestre, algo que le han inculcado desde pequeña. "Los caballos siempre han formado parte de mi vida. Ya de pequeña, mi madre me montaba en los ponys, ella también tuvo caballos. Monto con regularidad desde los 18 años participando en algún que otro concurso, sin dejar de lado mis estudios. Después, el deseo de convertirlo en algo más se fue haciendo más grande, quería consagrarme como una deportista de alto nivel. Sentí que era el momento, que tenía la libertad necesaria. Después, cuando se tiene una familia, hijos, es más complicado".

Además de posar, la joven ha confesado alguna de sus aficiones ocultas, como su pasión por la lectura: "Leo mucho. Debo haber heredado eso de mi madre. A veces, hasta cinco libros a la vez. Muchos de ellos son clásicos, como Rojo y Negro, de Stendhal, La educación sentimental, de Flaubert, y todo lo escrito por Emily Dickinson. Sin olvidar la poesía, como Cartas a un joven poeta, de Rilke".