Suscribete a
ABC Premium

JEFE DEL CAMPAMENTO DE LA RUTA QUETZAL

Jesús Luna: «Me quedo con el Perú de la riqueza cultural»

Lleva tanto tiempo organizando, despertando y disponiendo a los jóvenes expedicionarios que su piel parece ya tatuada de los roces con ellos. Es el «pastor» de las ovejas y está encantado

Jesús Luna: «Me quedo con el Perú de la riqueza cultural» e. m.

érika montañés

Tiene por lema que los jóvenes de 16 y 17 años comprendan que, más allá de lo que requieren las individualidades, comprenden un "todo", un "grupo" que tiene necesidades puntuales en cada momento de la aventura y a él hay que plegarse. Acomodarse. Adaptarse. ... Jesús Luna lleva tanto tiempo siendo el jefe del campamento de la Ruta Quetzal que su piel parece tatuada ya de roces con los jóvenes expedicionarios. Decide dónde acampar, cuál es la logística de la marea de tiendas de campaña itinerante, dirige al grupo y lo "mueve" con gran capacidad organizativa. Atento, cuando tiene que serlo, cercano con los informadores y la organización, y autoritario cuando la situación lo requiere, lleva 12 años al frente de los muchachos en la aventura y una veintena vinculado a la iniciativa, desde que se pusiera al frente del grupo 14 como monitor en el periplo que llevó como lema "Rumbo al Orinoco". Es como el "pastor mayor" de las ovejas, bromea él mismo y les despierta a ritmo de "Empieza un nuevo día, comienza una nueva ilusión. Hoy es el día que habíamos esperado" y tararea una melodía, el "Chinito de amor". Luna responde a nuestras preguntas en lo alto del cerro del complejo arqueológico Huaca de El Brujo, un marco incomparable para entrevistar a un hombre ufano que tiene dos grandes pasiones confesables: la arqueología y la aventura.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia