Compleja vecindad política
A la espera aún del encuentro entre Pedro Sanz y Patxi López, enturbiado por el recurso riojano contra el «blindaje», La Rioja y el País Vasco colaborarán para difundir el patrimonio común del castellano y el euskera
SONIA BARRADO
Ya ha pasado tiempo desde que el socialista Patxi López fuera investido lendakari y aún sigue sin producirse el esperado encuentro con el presidente de La Rioja, el popular Pedro Sanz, que permitiría retomar las relaciones institucionales entre las dos regiones vecinas, contactos inexistentes durante ... la etapa de Ibarretxe. La reunión entre ambos mandatarios estaba prevista para antes de las pasadas fiestas de San Mateo en Logroño, en septiembre, pero fue aplazada tras el enfrentamiento entre el País Vasco y La Rioja por el blindaje del Concierto Económico vasco, recurrido por la Comunidad riojana ante el Tribunal Constitucional.
Con esta cuestión de fondo, no existe contacto institucional al más alto nivel, pero el clima de buena vecindad que quieren mantener ambas Comunidades sí ha empezado a vislumbrarse en conversaciones entre instituciones de los dos gobiernos que está permitiendo que fructifiquen acuerdos. Es el caso de la colaboración que van a llevar a cabo la Fundación San Millán de la Cogolla y la Universidad del País Vasco para investigar y difundir el patrimonio emilianense referido al pasado común de ambos territorios y a la historia de las lenguas castellana y vasca.
El primer proyecto que nacerá de esta cooperación será la edición digital del Becerro Galicano de San Millán de la Cogolla, base del conocimiento de la primera historia social, cultural y del devenir de las lenguas de Vizcaya, Álava, La Rioja y Castilla. Esta colaboración supondrá un elemento más de apertura y de contacto con las comunidades autónomas vecinas, con independencia de las diferencias que puedan existir entre La Rioja y el País Vasco por cuestiones como la del blindaje.
Por encima de todo, la intención del presidente riojano es normalizar a nivel institucional las relaciones entre las dos Comunidades, que seguirán buscando acuerdos en otras materias. Para Sanz, lo positivo sería que se normalizara el contacto con el País Vasco y que se visualizara la relación de buena vecindad y colaboración con su homólogo vasco.
Por parte del mandatario riojano, su deseo de cooperación es manifiesto, aunque considera que no le corresponde solamente a él plantearlo, ya que se trata de una cuestión que afecta a dos personas, a dos jefes de ejecutivos autonómicos.
Voluntad institucional
El Gobierno de La Rioja intentará retomar el contacto y que haya buenas relaciones con el País Vasco, aunque «si no, tampoco pasarían graves cosas, pero sería bueno desde el punto de vista institucional, como ejemplo a dar a los riojanos y los vascos, que tan buenas relaciones siempre han mantenido», afirman desde el Ejecutivo riojano.
Sanz cree que desde el punto de vista democrático es normal que cada territorio defienda sus intereses y por eso mismo no está dispuesto a ceder ante determinadas cuestiones para recobrar las relaciones entre el País Vasco y La Rioja. El Gobierno de Sanz seguirá reivindicando y llevando a los tribunales todo lo que le parezca una discriminación hacia La Rioja y no cejará en el tema del blindaje, independientemente de la postura de Patxi López, favorable al mismo.
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