WIKILEAKS, O EL PORTAL DE BELÉN

Por lo pronto, en Wikileaks ya han empezado a aproximarse a terrenos más peligrosos e interesantes, como el de los ovnis, con noticias sobre avistamientos muy precisos y descripciones al detalle de los marcianos, que no son verdes, tal y como se creía, ni tienen una trompeta en la boca. Y sospechan los servicios de inteligencia americanos que la próxima noticia impactante que se desvelará esta semana está relacionada con el ex novio de Falete y la nueva ex novia malagueña de éste; y como el asunto sale directamente de las calderas de la Casa Blanca saltará de inmediato a la yugular de la actualidad desde las portadas de periódicos como el New York Times, y así.

En realidad, hacia dónde se dirigirá este «wikileaksgate» es hacia la apertura de un ventanal al que se pueda dirigir el ciudadano y pregunte directamente por la opinión confidencial que tienen los servicios de inteligencia americanos sobre el personaje o la cuestión que se quiera: A ver, ¿qué tienen ahí, entre los papeles del Pentágono, sobre los planes políticos a medio y largo plazo de Xavier Vendrell?, ¿y sobre la borrachera de Guti en Turquía?, ¿me ponen un informe completo sobre la empanada creciente de Pep Guardiola y la cacería emprendida por la prensa madrileña contra él?, ¿qué se oculta detrás de ese elogio envenenado de Vargas Llosa a la Barcelona de antes, cuando era cultural y universal en vez de turística y provinciana?, ¿a quién o a qué se refiere el Nobel de Literatura cuando habla del nacionalismo como una plaga incurable del mundo moderno?... Y si todas estas preguntas, además de las que se le puedan ocurrir a cualquiera, incluso a la prensa deportiva madrileña, encuentran una respuesta adecuada en ese mundo de trastienda que nos revela Wikileaks, lo más probable es que Assange, si consigue zafarse de las acusaciones de esas dos señoras suecas y demostrar que el preservativo no estaba roto del todo, aparezca pronto revestido con una túnica al modo del visionario Rappel o con el cardado de la bruja Lola.