Bienvenida, Mrs Obama

Es verdad que aquello está lleno de gente de todo el mundo, pero con la estancia de unos días de mamá Obama y su chiquilla no alcanzamos la famosa conjunción planetaria ni de lejos. Sin embargo, a Pepe Blanco le parece que la visita prueba que el papel que España tiene en el mundo es reconocido en muchos ámbitos.

Afirmación que, a su vez, demuestra que Churchill tenía razón cuando decía que la imaginación consuela a los hombres de lo que no han podido ser y que el humor les consuela de lo que son.

Y Blanco tiene imaginación y humor, porque quien viene no es Obama, sino su señora, y no precisamente a tratar cuestiones de alta política, sino a pasar unos días de vacaciones, que tendrán como colofón una foto con los Reyes en Marivent, algo que siempre queda bien.

El Gobierno de Zapatero, que se llevaba mal con Bush, terminó la pasada legislatura mendigando una visita de su ministra Condoleezza Rice a España y ahora bebe los vientos por poder respirar la esencia de los Obama, que le parece un aroma más agradable.

De la crítica a los cabezazos de Josep Piqué cuando recibió a Bush en España, han pasado a comportarse, en un patético ejercicio de paletismo, como si fueran Pepe Isbert y los habitantes de Villar del Río en «Bienvenido Mister Marshall». Al menos, el glamour de la primera dama hará que el turismo vuelva a poner su ojos en la zona. Pues eso: «Americana, te recibimos con alegría».