La «manita» de Romario
Fiesta por todo lo alto en el vestuario azulgrana, con un Johan Cruyff que entró eufórico en la sala de Prensa, quizás recordando el 0-5 que le endosó al Real Madrid como jugador, en el Santiago Bernabeu, 20 años atrás. «Estoy seguro de que ... este partido traerá cola», vaticinaba, por su parte, el entrenador blanco, Benito Floro, que acababa de ver como su equipo era goleado (5-0) por un Barcelona inspiradísimo… guiado «por la magia de un hombre que no pasa de los ciento sesenta centímetros». Era Romario de Souza Faria .
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El juego de «El bajito», como también se conocía a este jugador brasileño que llegó a ser 14 veces el máximo goleador de campeonatos de Primera División (10 en Brasil, 3 en Holanda y 1 en España), fue lo mejor de aquella goleada histórica, como así coincidieron en destacar todos los medios de comunicación nacionales e internacionales: «El delantero brasileño marca tres goles, da otro y se inventa nuevas fantasías», destacaba Enrique Ortego en ABC, que calificó Romario como un «lujo y una garantía de efectividad preciosista».
Fue el partido de la famosa cola de vaca a Alkorta que aún se sigue recordando en la televisión como uno de los mejores goles de la década y ejemplo de regate en un palmo de terreno: «Le llegó un balón y de pronto hizo un recorte hacia dentro, rapidísimo y fugaz, tanto que dejó clavado a Alkorta. Luego, la arrancada y el toque cruzado, inteligentísimo,, que dejó a media salida a Buyo».
Y así fueron cayendo los goles, frente a un Madrid falto de ideas, demasiado táctico, encorsetado, previsible, que dejaba pasar el tiempo, sin arriesgar, «echando a los espectadores del campo», muy de pizarra… pero para nada. «Para nada porque, a la hora de la verdad, lo que cuenta es que llega Romario, inventa un bello mosaico y deja en ridículo a todos los entrenadores».
«Lamentable, frustrante e irritante»
Inocencio Arias, por aquel entonces director general del Real Madrid, afirmó tras la goleada que el juego de su equipo había sido «lamentable, frustrante e irritante». «Tengo un cabreo considerable –añadió– porque el Real Madrid ha hecho un partido para olvidar».
Un Barcelona que no dejó dudas de su superioridad en aquel encuentro de una Liga que fue la cuarta consecutiva. «Un abismo» entre la calidad del combinado azulgrana y el Real Madrid , basado, según analizaba ABC, en la calidad individual de los jugadores. «Ellos marcan la diferencia, Koeman, Laudrup, Stoichkov, Romario, cualquiera de los cuatro desequilibran. Prosinecki, Zamorano y Dubovsky no dejan de ser unos acompañantes… cuando son titulares».
En la segunda parte, cuando aún sólo iban 0-1, al Madrid no le dio tiempo a enmendarse, porque Koeman en el minuto 47 le metió a Buyo un gol de falta. Entonces, los blancos se fueron arriba «de manera suicida» y a expensas de los pases en profundidad de un «majestuoso» Guardiola, el actual entrenador del Barça, que, «si bien había estado excelente en la primera mitad, estuvo aún mejor en la segunda». Luego otros dos de Romario y el quinto de Iván.
«El Real Madrid no ofreció nada, sólo aburrimiento, sosería y, sobre todo, vulgaridad», ante un Romario al que ninguna disciplina ni esquema podía «robarle el talento, y por ahí se le fue el partido al Madrid».
«Espero no tardar tanto en repetirlo» , dijo Cruyff nada más acabar el partido. Pero no lo volvió a hacer.
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