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Uigures de Xinjiang, chinos de segunda

Independentismo, religión, represión, desigualdades y colonización se mezclan en el cóctel molotov de odio interétnico que ha estallado esta semana en Urumqi

Uigures de Xinjiang, chinos de segunda

En la carretera que sale de Yarkand hacia Hotan, una de las míticas paradas de la Ruta de la Seda en la región china de Xinjiang, miles de hombres tocados con el típico gorrito blanco musulmán se afanan en los arcenes arrancando árboles y desbrozando ... el terreno. Bajo un intenso sol cenital y en medio de la espesa nube de polvo que levanta tanto movimiento en la árida tierra, cortan los troncos con sus hachas, cavan zanjas al unísono con sus rudimentarias palas y retiran los matorrales en carros tirados por burros. Parecen kilómetros y kilómetros de obras públicas para la ampliación de la calzada, pero la realidad es bien distinta porque no hay capataces, ni ingenieros, ni máquinas apisonadoras, ni camiones rociando alquitrán sobre el pavimento..

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