Musavi recupera el protagonismo al frente de una multitudinaria marcha de duelo
Los tres candidatos derrotados se reúnen mañana con el Consejo de Guardianes
Mir-Husein Musavi lo volvió a conseguir. La «ola verde» se convirtió ayer en una enorme masa humana vestida de luto que colapsó el centro de la capital durante al menos cinco horas. Esta vez el punto de reunión fue la plaza Imán Jomeini, cerca ... del bazar de la capital que a lo largo de la historia ha puesto y quitado presidentes, y que resultó clave en el derrocamiento del Shá. El propio Musavi reapareció ante los suyos, altavoz en mano, en homenaje a los caídos y heridos.
La próxima gran cita reformista se espera mañana, día para el que la Asociación de Clérigos Combatientes -una de las principales plataformas reformistas- pidió al Gobierno que autorice una marcha que, según los medios de la oposición, podría juntar a seguidores de Musavi de todo el país en una gran manifestación que vuelva a unir la plaza Enqelab (revolución) con la de Azadi (libertad). Aquí fueron abatidos a tiros el lunes por los paramilitares del Basij al menos siete manifestantes.
De momento no se ha concedido un solo permiso a las marchas de la bautizada como «ola verde», pero la gente no ha dudado en salir a las calles aunque de una forma silenciosa y pacífica, muy diferente de la de los primeros días en los que Teherán vivió escenas de auténtica violencia urbana.
646 reclamaciones
El Ministerio de Inteligencia elevó a ocho el total de muertos en esta oleada de protestas que cumplen una semana. La organización Amnistía Internacional, sin embargo, habla de quince muertos y cientos de personas heridas o detenidas por las fuerzas de seguridad. Se pudieron ver velas encendidas a lo largo de la marcha y, según testigos presenciales, los presentes exhibieron carteles de solidaridad con los fallecidos en los que se podían leer frases como «no hemos tenido mártires para aceptar ahora unas urnas manipuladas»; algunos también llevaban fotos de las propias víctimas.
Con las calles de Teherán colapsadas cada día, el Consejo de Guardianes -órgano integrado por seis juristas y seis clérigos responsable de decidir si finalmente se repiten los comicios o no- declaró haber recibido un total de 646 reclamaciones, la mayoría referentes a la carencia y el retraso en la llegada de las papeletas de voto y la influencia sobre los electores para que votaran por un determinado candidato, en clara alusión al reelegido presidente, Mahmud Ahmadineyad. Este órgano se ha mostrado dispuesto a aceptar el recuento de algunas urnas, pero no la repetición de la cita electoral.
El terremoto provocado por las elecciones sigue cerrando el cerco sobre la cúpula reformista. Ayer fue el turno de Ebrahim Yazdi, ex ministro de Exteriores y actual dirigente del Movimiento por la Libertad, que fue detenido por agentes de los servicios de seguridad mientras se encontraba en un hospital de Teherán.
Ante la dificultad de las comunicaciones y la falta de información, la ciudad se ha convertido en la auténtica capital de los rumores. Desde el número total de muertos hasta la posible detención de Musavi, se puede escuchar de todo en la psicosis generada por los comicios del pasado viernes que mantienen al país sumido en la incertidumbre.
La gente espera respuestas y estas pueden llegar hoy en la tradicional oración de los viernes que será dirigida por el Líder Supremo, Alí Jamenei.
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