El cuarto líder caído del PSOE tras el desastre electoral del 25-M

El desastre electoral de las pasadas elecciones europeas del 25 de mayo , en las que al PSOE se le fueron más de dos millones y medio de votos por el desagüe de la desconfianza, continúa haciendo caer piezas del dominó socialista.

Si el propio líder del partido, Alfredo Perez Rubalcaba, anunciaba en rueda de prensa sólo un día después que los «malos resultados, sin paliativos», lo obligaban a «asumir la responsabilidad» que como secretario general le correspondía y marcharse, desde entonces ya ha habido tres líderes regionales más que se han visto obligados a abandonar el barco.

El primero en caer fue Roberto Jiménez, secretario general de los socialistas navarros, que siguió los pasos de Rubalcaba . Del mismo modo que el primero, Jiménez anunció que a lo largo de este año convocará primarias y un congreso extraordinario del PSN, y que no se presentará a ninguna de las dos fórmulas.

Sus razones fueron un PSOE que había «dado la espalda a los ciudadanos de izquierdas» y que necesitaba «un revulsivo, una regeneración que va más allá de cambiar las caras. Hay que cambiar las formas y también el fondo», indicó.

El siguiente sería Patxi López, el secretario general de los socialistas vascos, el «lendakari del cambio» y un peso fuerte del socialismo, a quien todos situaban en las quinielas para suceder al propio Rubalcaba. Al día siguiente del anuncio del secretario general, el líder del PSE informaba también sobre su marcha . «Los nuevos tiempos exigen nuevas caras», admitía, y asumía así en primera persona los «malos resultados» electorales cosechados por el socialismo especialmente en el País Vasco.

Poco más de medio mes después, este mismo miércoles ha sido Pere Navarro, líder del PSC, quien ha anunciado su marcha . Misma fórmula y motivos similares, a los que se suma un desafío soberanista que ha creado una profunda división interna en el partido. El cuarto líder socialista caído.