El cataclismo electoral de los socialistas catalanes en las pasadas elecciones europeas, y una situación interna de profunda división, han llevado esta tarde al primer secretario del PSC, Pere Navarro, a anunciar su renuncia a dirigir el partido.

En el Consejo Nacional que se celebará el próximo sábado Navarro formalizará su renuncia, y será ese mismo consejo el que decida cómo articula el partido un proceso de transición que se adivina tormentoso dada la fractura interna que vive la formación. La comisión gestora que se creará de inmediato el sábado, o el mismo Consejo Nacional, deberán decidir en primer lugar si se celebra, y cuándo, el congreso extraordinario sobre el que debería basarse la refundación del partido.

Aunque Navarro, tras el pacto alcanzado con el PSOE para impulsar el federalismo, y tras haber aplacado a los catalanistas del partido, parecía dar muestras de haber embridado al PSC, el pésimo resultado en las elecciones europeas y la sensación de que ya no contaba con el apoyo del grueso de la formación, tanto de los catalanistas como los que no lo son, han acabado llevando por delante al que fuera exalcalde de Terrassa (Barcelona). Para Navarro, se trata de «la mejor solución para el partido».

El PSC se presenta así como un partido roto, que deberá buscar un nuevo líder después de que Navarro apenas haya durado dos años y medio al frente de la formación. Fracturados internamente,y ante la perspectiva de unos meses que en Cataluña se adivinan trascendentales en lo político, el PSC afronta su momento más difícil.

Otro aspectos clave, como su continuidad o no al frente del grupo parlamentario socialista en el Parlament, lo deberá acordar con la nueva dirección, según ha explicado Navarro esta tarde en una conferencia de prensa convocada de urgencia.

Tras mantener una ronda de contactos con dirigentes del partido y otras personalidades para intentar calibrar cómo enderezar el rumbo del partido tras el resultado de las europeas, Navarro ha constatado que ya no contaba con suficientes apoyos. A modo de apresurado balance, Navarro ha destacado el hecho de que el PSOE haya asumido como propia la reforma federal de la Constitución como su principal logro. «Esa no es la tercera vía, es la primera», ha asegurado Navarro.

La dimisión de Pere Navarro llega después de las del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder de los socialistas vascos, Patxi López, tras los malos resultados obtenidos en las elecciones europeas.